dc.description.abstract | Los trabajos dedicados al estudio de las divinidades han seguido, durante el siglo
XIX y buena parte del siglo XX, una perspectiva esencialista destinada a averiguar la
función original y verdadera de los dioses y diosas. Esta búsqueda de los orígenes, en los
que se suponían grabados los elementos definidores de su evolución, tomó como
metodología destacada el análisis etimológico de los teónimos divinos. En este contexto,
además, predominaban visiones profundamente estereotipadas en las que las divinidades
femeninas se concebían como descendientes o atomizaciones de un ente aglutinador
primitivo: la Gran Diosa Madre. De esta forma, se borraban las particularidades de cada
diosa, puesto que se entendía lo femenino, tanto en el plano humano como en el divino,
como arquetípico e inmutable. Toda diosa era igual a otra y equivalentes a la Gran Madre.
En este trabajo se adoptan nuevas posiciones metodológicas basadas en la
evolución en el estudio de las divinidades que incorpora, además, la perspectiva de género
y las nuevas tendencias dentro de la Historia de las Religiones, en las que los rituales y a
agencia individual y social tienen un papel fundamental. El objetivo del mismo es
reevaluar bajo estos nuevos parámetros el culto de Juno Sospita en el Lacio antiguo. Por
un lado, porque este no ha sido todavía objeto de un análisis exclusivo en un trabajo de
estas características. Por otro, porque aquellos que se han ocupado del mismo han
mantenido, salvo escasas excepciones, perspectivas profundamente tradicionalistas. | spa |