Hobsbawm, testigo apasionado de la era de los extremos
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Subject:
Siglo XX
eurocentrismo
antifascismo
revolución soviética
marxismo británico
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Hobsbawm, historiador especializado en el siglo XIX, sólo tardíamente ha abordado de manera amplia la historia del siglo XX, especialmente en su obra Age of Extremes. The Short Twentieth Century 1914-1991. En ella, así como a su autobiografía (Interesting Times) y otros trabajos, analiza el devenir de este siglo, no a la manera de un historiador desapasionado, sino como “observador participante”. En este artículo se repasan las interpretaciones de Hobsbawm y las críticas que han despertado, especialmente sus tesis sobre la centralidad, en la dinámica del siglo, de la revolución soviética de 1917 y sus consecuencias; o el enfrentamiento entre la coalición de fuerzas herederas de la Ilustración y las corrientes irracionalistas anti-ilustradas. También se recogen las polémicas sobre su supuesto eurocentrismo o el carácter –marxista o no– de las categorías analíticas que utiliza. En todo caso, su espléndido fresco histórico plagado de intuiciones brillantes está atravesado por una preocupación política (el fracaso del “sueño de Octubre”) sin la cual no puede entenderse, y que desemboca en un diagnóstico negativo del presente y una evidente perplejidad ante el futuro.
Hobsbawm, historiador especializado en el siglo XIX, sólo tardíamente ha abordado de manera amplia la historia del siglo XX, especialmente en su obra Age of Extremes. The Short Twentieth Century 1914-1991. En ella, así como a su autobiografía (Interesting Times) y otros trabajos, analiza el devenir de este siglo, no a la manera de un historiador desapasionado, sino como “observador participante”. En este artículo se repasan las interpretaciones de Hobsbawm y las críticas que han despertado, especialmente sus tesis sobre la centralidad, en la dinámica del siglo, de la revolución soviética de 1917 y sus consecuencias; o el enfrentamiento entre la coalición de fuerzas herederas de la Ilustración y las corrientes irracionalistas anti-ilustradas. También se recogen las polémicas sobre su supuesto eurocentrismo o el carácter –marxista o no– de las categorías analíticas que utiliza. En todo caso, su espléndido fresco histórico plagado de intuiciones brillantes está atravesado por una preocupación política (el fracaso del “sueño de Octubre”) sin la cual no puede entenderse, y que desemboca en un diagnóstico negativo del presente y una evidente perplejidad ante el futuro.