Aportación de la resonancia magnética cerebral al estudio de la migraña crónica
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Radiología
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INTRODUCCIÓN La migraña es un trastorno crónico y multifactorial muy prevalente en nuestro medio, tradicionalmente considerado benigno y sin consecuencias a largo plazo. Sin embargo, a lo largo de los últimos años, múltiples estudios han demostrado la existencia de una relación compleja y bidireccional entre la migraña y la enfermedad vascular, especialmente evidente en el caso del ictus. En este contexto, distintos autores han observado que los sujetos con migraña muestran una mayor prevalencia de lesiones de perfil isquémico clínicamente silentes, encontradas como hallazgo incidental en estudios de Resonancia Magnética (RM) cerebral. Además, se encontró que el riesgo de presentar estas lesiones era mayor entre aquellos pacientes con mayor frecuencia de crisis. Estos hallazgos plantearían dudas acerca de la necesidad de establecer pautas de tratamiento más agresivas en aquellos pacientes con una frecuencia elevada de ataques. OBJETIVOS El objetivo principal fue investigar una posible asociación entre la frecuencia de ataques y la prevalencia de lesiones encefálicas silentes en los sujetos con migraña. La migraña crónica (MC) es el subtipo de migraña en el que, por definición, la frecuencia de crisis es mayor, por lo que constituye un grupo ideal para abordar esta cuestión. Los objetivos secundarios fueron correlacionar la presencia de estas lesiones con potenciales factores de riesgo cardiovascular (FRCV) y determinar si existe alguna asociación entre las mismas y el foramen oval permeable (FOP). MATERIAL Y MÉTODOS Se estudió una muestra de 125 mujeres, 96 con MC y 29 con migraña episódica (ME), diagnosticadas siguiendo los criterios de la Sociedad Internacional de Cefaleas. A todas las pacientes se les practicó una RM cerebral y, a un subgrupo de 90 pacientes con MC y de 20 con ME, se les realizó un doppler transcraneal con burbujas para descartar un eventual FOP. Las imágenes de RM fueron valoradas de manera independiente por dos neurorradiólogos. Se recogieron el número, el tamaño y la localización anatómica de los infartos silentes (IS) y de las hiperintensidades de sustancia blanca (HSB) profunda, y se aplicó la escala de Fazekas modificada para la valoración de las HSB periventricular. Se emplearon la prueba robusta de Welch y el test de Kruskal-Wallis para la comparación de variables continuas. Las variables categóricas fueron descritas mediante frecuencias absolutas y relativas. La independencia entre las variables continuas se contrastó mediante la prueba exacta Chi-2 y el test de Fisher. RESULTADOS La prevalencia global de HSB en las pacientes con MC fue del 61,5%, muy superior a la de la población general (10% en el mismo grupo de edad). El 62,8% de las pacientes con HSB tenía lesiones exclusivamente profundas. La localización exclusivamente periventricular fue excepcional. No se encontraron diferencias significativas en la prevalencia de HSB profunda entre las pacientes con MC y ME. Las HSB profunda fueron escasas en número y de pequeño tamaño, con predilección por el lóbulo frontal. La prevalencia de HSB profunda fue significativamente superior en las pacientes mayores de 45 años. No se observaron diferencias significativas en la prevalencia de HSB profunda relacionadas con los FRCV clásicos, el aura ni el abuso de analgésicos. La prevalencia global de IS fue del 6,5%, similar al 5% observado en la población general. El 66,7% de las pacientes con IS tenía más de 45 años y el 83,3% acumulaba dos o más FRCV. Todos los IS fueron territoriales y no se identificaron lesiones frontera. El 83,3% de las pacientes con IS tenía además HSB profunda y el 66,7%, “alta carga” de HSB profunda. No se encontraron diferencias significativas en la prevalencia de HSB ni de IS entre las pacientes sin FOP y aquellas con FOP. CONCLUSIONES La prevalencia de HSB profunda en pacientes con MC es similar a la de las pacientes con ME y no se ha demostrado una mayor prevalencia de IS en pacientes con MC que en la población general, lo que descarta que la frecuencia de las crisis se correlacione directamente con el riesgo de presentar estas lesiones. La edad es el factor más relacionado con ambos tipos de lesiones y ni el aura ni el abuso de analgésicos influyen directamente en el desarrollo de las mismas. No hay datos en este estudio que apoyen la influencia de los FRCV clásicos en la patogenia de las HSB migrañosas, pero sí en la de los IS. El patrón semiológico encontrado en la RM y la asociación observada entre ambas, sugieren un origen común, probablemente microvascular. No se ha demostrado asociación entre el FOP y las lesiones encefálicas silentes en pacientes con MC.
INTRODUCCIÓN La migraña es un trastorno crónico y multifactorial muy prevalente en nuestro medio, tradicionalmente considerado benigno y sin consecuencias a largo plazo. Sin embargo, a lo largo de los últimos años, múltiples estudios han demostrado la existencia de una relación compleja y bidireccional entre la migraña y la enfermedad vascular, especialmente evidente en el caso del ictus. En este contexto, distintos autores han observado que los sujetos con migraña muestran una mayor prevalencia de lesiones de perfil isquémico clínicamente silentes, encontradas como hallazgo incidental en estudios de Resonancia Magnética (RM) cerebral. Además, se encontró que el riesgo de presentar estas lesiones era mayor entre aquellos pacientes con mayor frecuencia de crisis. Estos hallazgos plantearían dudas acerca de la necesidad de establecer pautas de tratamiento más agresivas en aquellos pacientes con una frecuencia elevada de ataques. OBJETIVOS El objetivo principal fue investigar una posible asociación entre la frecuencia de ataques y la prevalencia de lesiones encefálicas silentes en los sujetos con migraña. La migraña crónica (MC) es el subtipo de migraña en el que, por definición, la frecuencia de crisis es mayor, por lo que constituye un grupo ideal para abordar esta cuestión. Los objetivos secundarios fueron correlacionar la presencia de estas lesiones con potenciales factores de riesgo cardiovascular (FRCV) y determinar si existe alguna asociación entre las mismas y el foramen oval permeable (FOP). MATERIAL Y MÉTODOS Se estudió una muestra de 125 mujeres, 96 con MC y 29 con migraña episódica (ME), diagnosticadas siguiendo los criterios de la Sociedad Internacional de Cefaleas. A todas las pacientes se les practicó una RM cerebral y, a un subgrupo de 90 pacientes con MC y de 20 con ME, se les realizó un doppler transcraneal con burbujas para descartar un eventual FOP. Las imágenes de RM fueron valoradas de manera independiente por dos neurorradiólogos. Se recogieron el número, el tamaño y la localización anatómica de los infartos silentes (IS) y de las hiperintensidades de sustancia blanca (HSB) profunda, y se aplicó la escala de Fazekas modificada para la valoración de las HSB periventricular. Se emplearon la prueba robusta de Welch y el test de Kruskal-Wallis para la comparación de variables continuas. Las variables categóricas fueron descritas mediante frecuencias absolutas y relativas. La independencia entre las variables continuas se contrastó mediante la prueba exacta Chi-2 y el test de Fisher. RESULTADOS La prevalencia global de HSB en las pacientes con MC fue del 61,5%, muy superior a la de la población general (10% en el mismo grupo de edad). El 62,8% de las pacientes con HSB tenía lesiones exclusivamente profundas. La localización exclusivamente periventricular fue excepcional. No se encontraron diferencias significativas en la prevalencia de HSB profunda entre las pacientes con MC y ME. Las HSB profunda fueron escasas en número y de pequeño tamaño, con predilección por el lóbulo frontal. La prevalencia de HSB profunda fue significativamente superior en las pacientes mayores de 45 años. No se observaron diferencias significativas en la prevalencia de HSB profunda relacionadas con los FRCV clásicos, el aura ni el abuso de analgésicos. La prevalencia global de IS fue del 6,5%, similar al 5% observado en la población general. El 66,7% de las pacientes con IS tenía más de 45 años y el 83,3% acumulaba dos o más FRCV. Todos los IS fueron territoriales y no se identificaron lesiones frontera. El 83,3% de las pacientes con IS tenía además HSB profunda y el 66,7%, “alta carga” de HSB profunda. No se encontraron diferencias significativas en la prevalencia de HSB ni de IS entre las pacientes sin FOP y aquellas con FOP. CONCLUSIONES La prevalencia de HSB profunda en pacientes con MC es similar a la de las pacientes con ME y no se ha demostrado una mayor prevalencia de IS en pacientes con MC que en la población general, lo que descarta que la frecuencia de las crisis se correlacione directamente con el riesgo de presentar estas lesiones. La edad es el factor más relacionado con ambos tipos de lesiones y ni el aura ni el abuso de analgésicos influyen directamente en el desarrollo de las mismas. No hay datos en este estudio que apoyen la influencia de los FRCV clásicos en la patogenia de las HSB migrañosas, pero sí en la de los IS. El patrón semiológico encontrado en la RM y la asociación observada entre ambas, sugieren un origen común, probablemente microvascular. No se ha demostrado asociación entre el FOP y las lesiones encefálicas silentes en pacientes con MC.
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DT(SE) 2017-079
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