Aprendizaje de habilidades sociales y enseñanza específica de interacciones sociales en niños con autismo y síndrome de Asperger: respuestas flexibles y emergencia de nuevas habilidades de comunicación
Otros títulos:
Learning social skills and specific teaching of social interactions in children with autism and Asperger syndrome: flexible responses and emergence of new communication skills.
Autor(es) y otros:
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Palabra(s) clave:
Psicología básica
Análisis experimental de la conducta
Rehabilitación psicológica
Fecha de publicación:
Descripción física:
Resumen:
Las personas con autismo y con síndrome de Asperger muestran grandes dificultades para establecer relaciones sociales. Las interacciones sociales se aprenden cuando las personas han adquirido previamente otras capacidades más simples, tales como las que permiten emitir unidades conversacionales (e.g., Greer y Ross, 2008). Por ello, se precisa identificar cómo se adquieren estas capacidades a una edad temprana en niños de desarrollo típico. Ello hará posible diseñar procedimientos para enseñar habilidades sociales a los niños con trastornos del desarrollo que no presentan estas conductas. Objetivos: El objetivo general de esta tesis fue identificar variables importantes para la adquisición de habilidades sociales: el efecto de aprender con un reforzador natural, el efecto de aprender una cadena de conductas y el efecto de promover variabilidad ante situaciones cambiantes. Se estudió si el procedimiento utilizado promueve la generalización a situaciones diferentes de las del contexto de aprendizaje y la aparición de habilidades de reciprocidad social. Los procesos se estudiaron primero con niños de desarrollo típico y luego se estudiaron con niños con Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD -autismo y síndrome de Asperger). Estos objetivos se lograron con cuatro experimentos. Experimento 1: Se pretendió conocer cómo aprenden habilidades sociales los niños de desarrollo típico. Se diseñó un procedimiento para enseñar una cadena de preguntas con un reforzador natural. Se exploró si facilitaba el aprendizaje y la generalización de habilidades sociales con los iguales y en diferentes contextos. Se observó si este procedimiento facilitaba la variabilidad de respuestas y si los niños aprendían a iniciar interacciones con las personas adecuadas ante diferentes situaciones. Experimento 2: Se probó si el procedimiento del Experimento 1 servía para enseñar interacciones sociales a niños con síndrome de Asperger. Se observó la generalización de las habilidades aprendidas ante los iguales y ante contextos diferentes y si los niños mostraban variabilidad de respuesta. Experimento 3: Se replicó y extendió el Experimento 2. Se comprobó si aprender con este procedimiento resultaba en un incremento de las conductas sociales de los niños, en la cantidad y calidad de las interacciones sociales en clase y en el recreo. Se exploró si los niños emitían respuestas nuevas de reciprocidad social. Experimento 4: Se refinó la metodología de enseñanza de la interacción social a los niños diagnosticados con autismo o síndrome de Asperger. Se observó la variabilidad de respuesta de los niños mediante la enseñanza de nuevas preguntas y se añadió más dificultad al programa de enseñanza, acorde a las condiciones naturales que se dan en las interacciones sociales entre los niños en cualquier colegio o parque. Se comprobó si se producen nuevas habilidades sociales o se ejecutan habilidades ya aprendidas ante situaciones inesperadas y variaciones de respuesta de otros niños. Resultados: El procedimiento que se diseñó para enseñar las preguntas fue útil para que los cuatro niños de desarrollo típico aprendieran la interacción. Se comprobó que niños con síndrome de Asperger y con otros diagnósticos de TGD aprendían de la misma forma que los niños de desarrollo típico. Al replicar este experimento con más niños con TGD se observó que mostraron flexibilidad en sus respuestas. Se mostró que realizar programas eficaces para aprendizaje de los niños de desarrollo típico es útil para tratar las dificultades de los niños con TGD. Se observó en los niños diagnosticados con TGD un aumento de las interacciones sociales con los iguales durante el recreo y en uno de los niños también en la clase. Mediante una prueba de intercambio de roles, se observaron respuestas nuevas de reciprocidad social en cinco de los seis niños diagnosticados con autismo y síndrome de Asperger. Se comprobó que el procedimiento utilizado en el Experimento 4 fue más efectivo que el usado en los Experimentos 1 a 3 para que los niños diagnosticados de TGD aprendieran una interacción compleja, ya que aprendieron nuevas preguntas que fueron más acordes a las situaciones de la vida cotidiana. Se mostró la capacidad de generalizar las habilidades aprendidas de forma funcional al exponer a los niños ante dos situaciones nuevas, no enseñadas previamente. Conclusiones: Los resultados de los cuatro experimentos demostraron la importancia de usar un reforzador natural en el aprendizaje de la conducta del niño en las interacciones. Cuando niños con autismo y con síndrome de Asperger aprenden con programas que promueven explícitamente la variabilidad, muestran una gran adaptabilidad y generalización a situaciones sociales. El procedimiento con un reforzador natural es un avance importante que podrá aplicarse para aprender otras habilidades. Aplicaciones: Se muestra un procedimiento útil para elaborar programas de enseñanza a niños con autismo o síndrome de Asperger con el que los niños pueden aprender muchas habilidades y utilizarlas de forma variable y flexible en diferentes situaciones. A partir de las habilidades aprendidas se generan nuevas habilidades para resolver nuevas situaciones.
Las personas con autismo y con síndrome de Asperger muestran grandes dificultades para establecer relaciones sociales. Las interacciones sociales se aprenden cuando las personas han adquirido previamente otras capacidades más simples, tales como las que permiten emitir unidades conversacionales (e.g., Greer y Ross, 2008). Por ello, se precisa identificar cómo se adquieren estas capacidades a una edad temprana en niños de desarrollo típico. Ello hará posible diseñar procedimientos para enseñar habilidades sociales a los niños con trastornos del desarrollo que no presentan estas conductas. Objetivos: El objetivo general de esta tesis fue identificar variables importantes para la adquisición de habilidades sociales: el efecto de aprender con un reforzador natural, el efecto de aprender una cadena de conductas y el efecto de promover variabilidad ante situaciones cambiantes. Se estudió si el procedimiento utilizado promueve la generalización a situaciones diferentes de las del contexto de aprendizaje y la aparición de habilidades de reciprocidad social. Los procesos se estudiaron primero con niños de desarrollo típico y luego se estudiaron con niños con Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD -autismo y síndrome de Asperger). Estos objetivos se lograron con cuatro experimentos. Experimento 1: Se pretendió conocer cómo aprenden habilidades sociales los niños de desarrollo típico. Se diseñó un procedimiento para enseñar una cadena de preguntas con un reforzador natural. Se exploró si facilitaba el aprendizaje y la generalización de habilidades sociales con los iguales y en diferentes contextos. Se observó si este procedimiento facilitaba la variabilidad de respuestas y si los niños aprendían a iniciar interacciones con las personas adecuadas ante diferentes situaciones. Experimento 2: Se probó si el procedimiento del Experimento 1 servía para enseñar interacciones sociales a niños con síndrome de Asperger. Se observó la generalización de las habilidades aprendidas ante los iguales y ante contextos diferentes y si los niños mostraban variabilidad de respuesta. Experimento 3: Se replicó y extendió el Experimento 2. Se comprobó si aprender con este procedimiento resultaba en un incremento de las conductas sociales de los niños, en la cantidad y calidad de las interacciones sociales en clase y en el recreo. Se exploró si los niños emitían respuestas nuevas de reciprocidad social. Experimento 4: Se refinó la metodología de enseñanza de la interacción social a los niños diagnosticados con autismo o síndrome de Asperger. Se observó la variabilidad de respuesta de los niños mediante la enseñanza de nuevas preguntas y se añadió más dificultad al programa de enseñanza, acorde a las condiciones naturales que se dan en las interacciones sociales entre los niños en cualquier colegio o parque. Se comprobó si se producen nuevas habilidades sociales o se ejecutan habilidades ya aprendidas ante situaciones inesperadas y variaciones de respuesta de otros niños. Resultados: El procedimiento que se diseñó para enseñar las preguntas fue útil para que los cuatro niños de desarrollo típico aprendieran la interacción. Se comprobó que niños con síndrome de Asperger y con otros diagnósticos de TGD aprendían de la misma forma que los niños de desarrollo típico. Al replicar este experimento con más niños con TGD se observó que mostraron flexibilidad en sus respuestas. Se mostró que realizar programas eficaces para aprendizaje de los niños de desarrollo típico es útil para tratar las dificultades de los niños con TGD. Se observó en los niños diagnosticados con TGD un aumento de las interacciones sociales con los iguales durante el recreo y en uno de los niños también en la clase. Mediante una prueba de intercambio de roles, se observaron respuestas nuevas de reciprocidad social en cinco de los seis niños diagnosticados con autismo y síndrome de Asperger. Se comprobó que el procedimiento utilizado en el Experimento 4 fue más efectivo que el usado en los Experimentos 1 a 3 para que los niños diagnosticados de TGD aprendieran una interacción compleja, ya que aprendieron nuevas preguntas que fueron más acordes a las situaciones de la vida cotidiana. Se mostró la capacidad de generalizar las habilidades aprendidas de forma funcional al exponer a los niños ante dos situaciones nuevas, no enseñadas previamente. Conclusiones: Los resultados de los cuatro experimentos demostraron la importancia de usar un reforzador natural en el aprendizaje de la conducta del niño en las interacciones. Cuando niños con autismo y con síndrome de Asperger aprenden con programas que promueven explícitamente la variabilidad, muestran una gran adaptabilidad y generalización a situaciones sociales. El procedimiento con un reforzador natural es un avance importante que podrá aplicarse para aprender otras habilidades. Aplicaciones: Se muestra un procedimiento útil para elaborar programas de enseñanza a niños con autismo o síndrome de Asperger con el que los niños pueden aprender muchas habilidades y utilizarlas de forma variable y flexible en diferentes situaciones. A partir de las habilidades aprendidas se generan nuevas habilidades para resolver nuevas situaciones.
Notas Locales:
DT(SE) 2016-090
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