Fisioterapia basada en el método Pilates en pacientes con espondilitis anquilosante
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Centro/Departamento/Otros:
Subject:
Fisioterapia
Rehabilitación médicca
Publication date:
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Abstract:
La espondilitis anquilosante (EA) es una enfermedad inflamatoria, crónica y multisistémica de etiología desconocida. Afecta preferentemente a la columna vertebral y puede conducir a alteraciones estructurales y funcionales que limitan la calidad de vida de los pacientes. La edad media de aparición de la enfermedad es de 26 años, tiene una prevalencia relativamente elevada que alcanza el 1,4% y representa una carga sociosanitaria importante. Para su tratamiento los expertos recomiendan una intervención multidisciplinar farmacológica (antinflamatorios no esteroideos, anti-factor de necrosis tumoral) y no farmacológico, en el que la fisioterapia es considerada esencial para combatir las manifestaciones clínicas como el dolor, la rigidez, las alteraciones de la postura y los problemas respiratorios derivados de la limitación de la movilidad costal. La revisión de la literatura indica que hay evidencia científica sobre los efectos beneficiosos de la fisioterapia en pacientes con espondilitis anquilosante, siendo la cinesiterapia o tratamiento a través del ejercicio la modalidad más estudiada; sus beneficios se observan en la disminución del dolor, la mejoría de la movilidad espinal y la disminución de la fatiga, aunque todavía se necesitan más estudios que definan la naturaleza de los ejercicios que se deben incluir en los programas de rehabilitación. En el presente estudio se ha aplicado un tratamiento de fisioterapia basado en la técnica Pilates, durante 5 semanas 3 veces por semana, en un grupo de 26 pacientes de EA, y se ha establecido un grupo de control de 23 pacientes de EA que no ha sido sometido a intervención de fisioterapia, durante el mismo periodo. Un evaluador ha medido las escalas BASMI (Bath ankylosing spondylitis index), BASFI (Bath ankylosing spondylitis functional index) y BASDAI (Bath ankylosing spondylitis disease activity index) que valoran el grado de afectación de la movilidad espinal, la capacidad funcional y la fatiga respectivamente. El dolor se ha objetivado a través de una escala numérica y se han medido otras variables como la expansión torácica y los volúmenes respiratorios (Capacidad Vital Forzada CVF, Volumen espirado forzado FEV y cociente FEV/CVF). Todas las variables (excepto la CVF y el CVF) que se han valorado antes y al final del estudio) se han medido una semana antes de iniciar el estudio en ambos grupos, una semana después de terminar el protocolo de Pilates de 5 semanas de duración y pasados tres meses de la última medición para evaluar los efectos a medio plazo. Los resultados muestran diferencias significativas en el BASMI y BASDAI (P = 0,025) en los pacientes del grupo de trabajo una vez realizado el tratamiento. Los valores del BASFI en el momento de finalizar el estudio son significativamente más bajos que en el grupo de control. La escala numérica del dolor es significativamente más baja en el grupo de trabajo, justo después de finalizar las sesiones, pero no se mantiene a medio plazo. En relación a los volúmenes respiratorios y a la expansión torácica no se observan diferencias entre los grupos ni dentro de cada grupo antes y después de la terapia. Se destaca que el número de pacientes con síndrome no obstructivo es menor una vez finalizada la terapia en el grupo trabajo en relación a la situación de inicio. En función de los resultados obtenidos puede concluirse que la aplicación de un protocolo de ejercicios basados en Pilates mejora la movilidad espinal y disminuye el dolor y la fatiga sin que se obtengan mejorías en la expansión costal y en los parámetros de la espirometría funcional. Los pacientes de EA que controlan su enfermedad en el domicilio con ejercicio regular convencional, muestran peores resultados que los pacientes que realizan la terapia grupal supervisada por un fisioterapeuta en relación a las variables estudiadas por lo que sería aconsejable aplicar dichos protocolos en los servicios de rehabilitación.
La espondilitis anquilosante (EA) es una enfermedad inflamatoria, crónica y multisistémica de etiología desconocida. Afecta preferentemente a la columna vertebral y puede conducir a alteraciones estructurales y funcionales que limitan la calidad de vida de los pacientes. La edad media de aparición de la enfermedad es de 26 años, tiene una prevalencia relativamente elevada que alcanza el 1,4% y representa una carga sociosanitaria importante. Para su tratamiento los expertos recomiendan una intervención multidisciplinar farmacológica (antinflamatorios no esteroideos, anti-factor de necrosis tumoral) y no farmacológico, en el que la fisioterapia es considerada esencial para combatir las manifestaciones clínicas como el dolor, la rigidez, las alteraciones de la postura y los problemas respiratorios derivados de la limitación de la movilidad costal. La revisión de la literatura indica que hay evidencia científica sobre los efectos beneficiosos de la fisioterapia en pacientes con espondilitis anquilosante, siendo la cinesiterapia o tratamiento a través del ejercicio la modalidad más estudiada; sus beneficios se observan en la disminución del dolor, la mejoría de la movilidad espinal y la disminución de la fatiga, aunque todavía se necesitan más estudios que definan la naturaleza de los ejercicios que se deben incluir en los programas de rehabilitación. En el presente estudio se ha aplicado un tratamiento de fisioterapia basado en la técnica Pilates, durante 5 semanas 3 veces por semana, en un grupo de 26 pacientes de EA, y se ha establecido un grupo de control de 23 pacientes de EA que no ha sido sometido a intervención de fisioterapia, durante el mismo periodo. Un evaluador ha medido las escalas BASMI (Bath ankylosing spondylitis index), BASFI (Bath ankylosing spondylitis functional index) y BASDAI (Bath ankylosing spondylitis disease activity index) que valoran el grado de afectación de la movilidad espinal, la capacidad funcional y la fatiga respectivamente. El dolor se ha objetivado a través de una escala numérica y se han medido otras variables como la expansión torácica y los volúmenes respiratorios (Capacidad Vital Forzada CVF, Volumen espirado forzado FEV y cociente FEV/CVF). Todas las variables (excepto la CVF y el CVF) que se han valorado antes y al final del estudio) se han medido una semana antes de iniciar el estudio en ambos grupos, una semana después de terminar el protocolo de Pilates de 5 semanas de duración y pasados tres meses de la última medición para evaluar los efectos a medio plazo. Los resultados muestran diferencias significativas en el BASMI y BASDAI (P = 0,025) en los pacientes del grupo de trabajo una vez realizado el tratamiento. Los valores del BASFI en el momento de finalizar el estudio son significativamente más bajos que en el grupo de control. La escala numérica del dolor es significativamente más baja en el grupo de trabajo, justo después de finalizar las sesiones, pero no se mantiene a medio plazo. En relación a los volúmenes respiratorios y a la expansión torácica no se observan diferencias entre los grupos ni dentro de cada grupo antes y después de la terapia. Se destaca que el número de pacientes con síndrome no obstructivo es menor una vez finalizada la terapia en el grupo trabajo en relación a la situación de inicio. En función de los resultados obtenidos puede concluirse que la aplicación de un protocolo de ejercicios basados en Pilates mejora la movilidad espinal y disminuye el dolor y la fatiga sin que se obtengan mejorías en la expansión costal y en los parámetros de la espirometría funcional. Los pacientes de EA que controlan su enfermedad en el domicilio con ejercicio regular convencional, muestran peores resultados que los pacientes que realizan la terapia grupal supervisada por un fisioterapeuta en relación a las variables estudiadas por lo que sería aconsejable aplicar dichos protocolos en los servicios de rehabilitación.
Local Notes:
DT(SE) 2015-194
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