El papel del dentista en el tratamiento del tabaquismo en España. Situación actual y perspectivas futuras
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Medicina preventiva
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Introducción: Según los datos del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) la prevalencia del consumo de tabaco en 2008 en la población española era del 24%, el 50% eran no fumadores y el 26% eran ex fumadores. La inmensa mayoría de los fumadores lo hacen de forma habitual (81%). Hay distintos métodos eficaces para el tratamiento del tabaquismo con eficacia demostrada mediante metaanálisis de ensayos clínicos controlados, como los sustitutos de nicotina, antidepresivos, educación sanitaria, etc. La mayoría de estos métodos deben ser administrados o controlados por un profesional sanitario. Entre los profesionales sanitarios, el dentista es un agente de salud de primer orden, debido fundamentalmente a la afectación oral del tabaco (periodontitis, mal olor de aliento, cáncer oral) y a la peculiaridad de la visita al dentista (frente al médico) por su mayor duración promedio y mayor cercanía física entre profesional-paciente. Los planes actuales de formación de los dentistas incorporan módulos específicos para la deshabituación tabáquica en sus pacientes. No hay datos sistemáticos en España acerca del consumo de tabaco del dentista, y de su implicación en el tratamiento de sus pacientes. El objetivo de esta tesis doctoral es triple: a) conocer el hábito tabáquico de los dentistas españoles, b) su grado de implicación en el tratamiento del tabaquismo de sus pacientes, y c) establecer escenarios probables de futuro de la implicación del dentista en dicho tratamiento. Material y Metodología: En la primera parte del estudio (cuantitativa) se realizó una explotación científica de los aspectos relacionados con el tabaquismo de la II Encuesta Nacional sobre la actividad profesional de los dentistas en España realizada en el año 2008 (SPSS v.150, SPSS Inc., Chicago, IL). La segunda parte (cualitativa) consistió en un Estudio Delphi en la que se elaboró un cuestionario de 11 preguntas sobre el papel del dentista y sus organizaciones profesionales y educativas en el tratamiento del tabaquismo. Se remitió a 28 expertos de distintos perfiles profesionales. Los resultados se analizaron mediante SPSS Windows 15,0 (SPSS Inc., Chicago, IL). Resultados y Discusión: En cuanto a la encuesta a dentistas encontramos que el porcentaje de fumadores entre los dentistas es igual al de la población general. Hay un 16% de dentistas que no recomiendan a sus pacientes dejar de fumar. Este porcentaje es mayor entre los dentistas fumadores (p=0,008). También son los dentistas fumadores los que menos creen que el dentista debe ser un activista antitabaco (p<0,001). En cuanto a las diferencias según el perfil profesional encontramos que los que más recomiendan a sus pacientes dejar de fumar son los generalistas (p=0,012). Los más satisfechos profesionalmente son los que más exigen a sus pacientes dejar de fumar (p=0,005). Además se observa una relación positiva entre la implicación del dentista en el tratamiento del tabaquismo y su concienciación en cuanto a la importante labor de éste en la detección precoz del cáncer oral (examen de los tejidos blandos, palpación de la lengua y suelos de la boca, realizar biopsias, recibir y estar a favor de la realización de cursos sobre cáncer oral). En cuanto al Delphi, los expertos coinciden en que el papel actual del dentista en el tratamiento del tabaquismo es pequeño, sin embargo, también coinciden en que ese papel será mucho más relevante en el año 2020. Al comparar actualmente la labor del dentista con otros profesionales sanitarios y con los medios de comunicación, los expertos dejan al dentista y a su personal auxiliar en penúltimo y último lugar, pero al responder a esa misma cuestión cuando se les pregunta qué creen que ocurrirá en el futuro, el papel del dentista alcanza el segundo puesto. La barrera que señalan como más relevante es la falta de formación. Los expertos creen que se podría incrementar la importancia del dentista en el tratamiento del tabaquismo incorporándolo a su oferta asistencial, lo que conlleva una mayor formación de los dentistas, una mayor concienciación de éstos y, por supuesto, una mayor información a los pacientes. Para los expertos, el dentista debe ofrecer consejo sanitario, es decir, motivar al paciente para que deje de fumar, utilizando su privilegiada situación para la anamnesis sobre el consumo de tabaco y para destacar en la exploración oral las patologías derivadas de dicho consumo. Sin embargo, señalan, al igual que la mayoría de los autores, que su implicación en el tratamiento con una intervención plena que incluya fármacos es más dudosa. Introducción: Según los datos del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) la prevalencia del consumo de tabaco en 2008 en la población española era del 24%, el 50% eran no fumadores y el 26% eran ex fumadores. La inmensa mayoría de los fumadores lo hacen de forma habitual (81%). Hay distintos métodos eficaces para el tratamiento del tabaquismo con eficacia demostrada mediante metaanálisis de ensayos clínicos controlados, como los sustitutos de nicotina, antidepresivos, educación sanitaria, etc. La mayoría de estos métodos deben ser administrados o controlados por un profesional sanitario. Entre los profesionales sanitarios, el dentista es un agente de salud de primer orden, debido fundamentalmente a la afectación oral del tabaco (periodontitis, mal olor de aliento, cáncer oral) y a la peculiaridad de la visita al dentista (frente al médico) por su mayor duración promedio y mayor cercanía física entre profesional-paciente. Los planes actuales de formación de los dentistas incorporan módulos específicos para la deshabituación tabáquica en sus pacientes. No hay datos sistemáticos en España acerca del consumo de tabaco del dentista, y de su implicación en el tratamiento de sus pacientes. El objetivo de esta tesis doctoral es triple: a) conocer el hábito tabáquico de los dentistas españoles, b) su grado de implicación en el tratamiento del tabaquismo de sus pacientes, y c) establecer escenarios probables de futuro de la implicación del dentista en dicho tratamiento. Material y Metodología: En la primera parte del estudio (cuantitativa) se realizó una explotación científica de los aspectos relacionados con el tabaquismo de la II Encuesta Nacional sobre la actividad profesional de los dentistas en España realizada en el año 2008 (SPSS v.150, SPSS Inc., Chicago, IL). La segunda parte (cualitativa) consistió en un Estudio Delphi en la que se elaboró un cuestionario de 11 preguntas sobre el papel del dentista y sus organizaciones profesionales y educativas en el tratamiento del tabaquismo. Se remitió a 28 expertos de distintos perfiles profesionales. Los resultados se analizaron mediante SPSS Windows 15,0 (SPSS Inc., Chicago, IL). Resultados y Discusión: En cuanto a la encuesta a dentistas encontramos que el porcentaje de fumadores entre los dentistas es igual al de la población general. Hay un 16% de dentistas que no recomiendan a sus pacientes dejar de fumar. Este porcentaje es mayor entre los dentistas fumadores (p=0,008). También son los dentistas fumadores los que menos creen que el dentista debe ser un activista antitabaco (p<0,001). En cuanto a las diferencias según el perfil profesional encontramos que los que más recomiendan a sus pacientes dejar de fumar son los generalistas (p=0,012). Los más satisfechos profesionalmente son los que más exigen a sus pacientes dejar de fumar (p=0,005). Además se observa una relación positiva entre la implicación del dentista en el tratamiento del tabaquismo y su concienciación en cuanto a la importante labor de éste en la detección precoz del cáncer oral (examen de los tejidos blandos, palpación de la lengua y suelos de la boca, realizar biopsias, recibir y estar a favor de la realización de cursos sobre cáncer oral). En cuanto al Delphi, los expertos coinciden en que el papel actual del dentista en el tratamiento del tabaquismo es pequeño, sin embargo, también coinciden en que ese papel será mucho más relevante en el año 2020. Al comparar actualmente la labor del dentista con otros profesionales sanitarios y con los medios de comunicación, los expertos dejan al dentista y a su personal auxiliar en penúltimo y último lugar, pero al responder a esa misma cuestión cuando se les pregunta qué creen que ocurrirá en el futuro, el papel del dentista alcanza el segundo puesto. La barrera que señalan como más relevante es la falta de formación. Los expertos creen que se podría incrementar la importancia del dentista en el tratamiento del tabaquismo incorporándolo a su oferta asistencial, lo que conlleva una mayor formación de los dentistas, una mayor concienciación de éstos y, por supuesto, una mayor información a los pacientes. Para los expertos, el dentista debe ofrecer consejo sanitario, es decir, motivar al paciente para que deje de fumar, utilizando su privilegiada situación para la anamnesis sobre el consumo de tabaco y para destacar en la exploración oral las patologías derivadas de dicho consumo. Sin embargo, señalan, al igual que la mayoría de los autores, que su implicación en el tratamiento con una intervención plena que incluya fármacos es más dudosa. Introducción: Según los datos del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) la prevalencia del consumo de tabaco en 2008 en la población española era del 24%, el 50% eran no fumadores y el 26% eran ex fumadores. La inmensa mayoría de los fumadores lo hacen de forma habitual (81%). Hay distintos métodos eficaces para el tratamiento del tabaquismo con eficacia demostrada mediante metaanálisis de ensayos clínicos controlados, como los sustitutos de nicotina, antidepresivos, educación sanitaria, etc. La mayoría de estos métodos deben ser administrados o controlados por un profesional sanitario. Entre los profesionales sanitarios, el dentista es un agente de salud de primer orden, debido fundamentalmente a la afectación oral del tabaco (periodontitis, mal olor de aliento, cáncer oral) y a la peculiaridad de la visita al dentista (frente al médico) por su mayor duración promedio y mayor cercanía física entre profesional-paciente. Los planes actuales de formación de los dentistas incorporan módulos específicos para la deshabituación tabáquica en sus pacientes. No hay datos sistemáticos en España acerca del consumo de tabaco del dentista, y de su implicación en el tratamiento de sus pacientes. El objetivo de esta tesis doctoral es triple: a) conocer el hábito tabáquico de los dentistas españoles, b) su grado de implicación en el tratamiento del tabaquismo de sus pacientes, y c) establecer escenarios probables de futuro de la implicación del dentista en dicho tratamiento. Material y Metodología: En la primera parte del estudio (cuantitativa) se realizó una explotación científica de los aspectos relacionados con el tabaquismo de la II Encuesta Nacional sobre la actividad profesional de los dentistas en España realizada en el año 2008 (SPSS v.150, SPSS Inc., Chicago, IL). La segunda parte (cualitativa) consistió en un Estudio Delphi en la que se elaboró un cuestionario de 11 preguntas sobre el papel del dentista y sus organizaciones profesionales y educativas en el tratamiento del tabaquismo. Se remitió a 28 expertos de distintos perfiles profesionales. Los resultados se analizaron mediante SPSS Windows 15,0 (SPSS Inc., Chicago, IL). Resultados y Discusión: En cuanto a la encuesta a dentistas encontramos que el porcentaje de fumadores entre los dentistas es igual al de la población general. Hay un 16% de dentistas que no recomiendan a sus pacientes dejar de fumar. Este porcentaje es mayor entre los dentistas fumadores (p=0,008). También son los dentistas fumadores los que menos creen que el dentista debe ser un activista antitabaco (p<0,001). En cuanto a las diferencias según el perfil profesional encontramos que los que más recomiendan a sus pacientes dejar de fumar son los generalistas (p=0,012). Los más satisfechos profesionalmente son los que más exigen a sus pacientes dejar de fumar (p=0,005). Además se observa una relación positiva entre la implicación del dentista en el tratamiento del tabaquismo y su concienciación en cuanto a la importante labor de éste en la detección precoz del cáncer oral (examen de los tejidos blandos, palpación de la lengua y suelos de la boca, realizar biopsias, recibir y estar a favor de la realización de cursos sobre cáncer oral). En cuanto al Delphi, los expertos coinciden en que el papel actual del dentista en el tratamiento del tabaquismo es pequeño, sin embargo, también coinciden en que ese papel será mucho más relevante en el año 2020. Al comparar actualmente la labor del dentista con otros profesionales sanitarios y con los medios de comunicación, los expertos dejan al dentista y a su personal auxiliar en penúltimo y último lugar, pero al responder a esa misma cuestión cuando se les pregunta qué creen que ocurrirá en el futuro, el papel del dentista alcanza el segundo puesto. La barrera que señalan como más relevante es la falta de formación. Los expertos creen que se podría incrementar la importancia del dentista en el tratamiento del tabaquismo incorporándolo a su oferta asistencial, lo que conlleva una mayor formación de los dentistas, una mayor concienciación de éstos y, por supuesto, una mayor información a los pacientes. Para los expertos, el dentista debe ofrecer consejo sanitario, es decir, motivar al paciente para que deje de fumar, utilizando su privilegiada situación para la anamnesis sobre el consumo de tabaco y para destacar en la exploración oral las patologías derivadas de dicho consumo. Sin embargo, señalan, al igual que la mayoría de los autores, que su implicación en el tratamiento con una intervención plena que incluya fármacos es más dudosa.
Introducción: Según los datos del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) la prevalencia del consumo de tabaco en 2008 en la población española era del 24%, el 50% eran no fumadores y el 26% eran ex fumadores. La inmensa mayoría de los fumadores lo hacen de forma habitual (81%). Hay distintos métodos eficaces para el tratamiento del tabaquismo con eficacia demostrada mediante metaanálisis de ensayos clínicos controlados, como los sustitutos de nicotina, antidepresivos, educación sanitaria, etc. La mayoría de estos métodos deben ser administrados o controlados por un profesional sanitario. Entre los profesionales sanitarios, el dentista es un agente de salud de primer orden, debido fundamentalmente a la afectación oral del tabaco (periodontitis, mal olor de aliento, cáncer oral) y a la peculiaridad de la visita al dentista (frente al médico) por su mayor duración promedio y mayor cercanía física entre profesional-paciente. Los planes actuales de formación de los dentistas incorporan módulos específicos para la deshabituación tabáquica en sus pacientes. No hay datos sistemáticos en España acerca del consumo de tabaco del dentista, y de su implicación en el tratamiento de sus pacientes. El objetivo de esta tesis doctoral es triple: a) conocer el hábito tabáquico de los dentistas españoles, b) su grado de implicación en el tratamiento del tabaquismo de sus pacientes, y c) establecer escenarios probables de futuro de la implicación del dentista en dicho tratamiento. Material y Metodología: En la primera parte del estudio (cuantitativa) se realizó una explotación científica de los aspectos relacionados con el tabaquismo de la II Encuesta Nacional sobre la actividad profesional de los dentistas en España realizada en el año 2008 (SPSS v.150, SPSS Inc., Chicago, IL). La segunda parte (cualitativa) consistió en un Estudio Delphi en la que se elaboró un cuestionario de 11 preguntas sobre el papel del dentista y sus organizaciones profesionales y educativas en el tratamiento del tabaquismo. Se remitió a 28 expertos de distintos perfiles profesionales. Los resultados se analizaron mediante SPSS Windows 15,0 (SPSS Inc., Chicago, IL). Resultados y Discusión: En cuanto a la encuesta a dentistas encontramos que el porcentaje de fumadores entre los dentistas es igual al de la población general. Hay un 16% de dentistas que no recomiendan a sus pacientes dejar de fumar. Este porcentaje es mayor entre los dentistas fumadores (p=0,008). También son los dentistas fumadores los que menos creen que el dentista debe ser un activista antitabaco (p<0,001). En cuanto a las diferencias según el perfil profesional encontramos que los que más recomiendan a sus pacientes dejar de fumar son los generalistas (p=0,012). Los más satisfechos profesionalmente son los que más exigen a sus pacientes dejar de fumar (p=0,005). Además se observa una relación positiva entre la implicación del dentista en el tratamiento del tabaquismo y su concienciación en cuanto a la importante labor de éste en la detección precoz del cáncer oral (examen de los tejidos blandos, palpación de la lengua y suelos de la boca, realizar biopsias, recibir y estar a favor de la realización de cursos sobre cáncer oral). En cuanto al Delphi, los expertos coinciden en que el papel actual del dentista en el tratamiento del tabaquismo es pequeño, sin embargo, también coinciden en que ese papel será mucho más relevante en el año 2020. Al comparar actualmente la labor del dentista con otros profesionales sanitarios y con los medios de comunicación, los expertos dejan al dentista y a su personal auxiliar en penúltimo y último lugar, pero al responder a esa misma cuestión cuando se les pregunta qué creen que ocurrirá en el futuro, el papel del dentista alcanza el segundo puesto. La barrera que señalan como más relevante es la falta de formación. Los expertos creen que se podría incrementar la importancia del dentista en el tratamiento del tabaquismo incorporándolo a su oferta asistencial, lo que conlleva una mayor formación de los dentistas, una mayor concienciación de éstos y, por supuesto, una mayor información a los pacientes. Para los expertos, el dentista debe ofrecer consejo sanitario, es decir, motivar al paciente para que deje de fumar, utilizando su privilegiada situación para la anamnesis sobre el consumo de tabaco y para destacar en la exploración oral las patologías derivadas de dicho consumo. Sin embargo, señalan, al igual que la mayoría de los autores, que su implicación en el tratamiento con una intervención plena que incluya fármacos es más dudosa. Introducción: Según los datos del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) la prevalencia del consumo de tabaco en 2008 en la población española era del 24%, el 50% eran no fumadores y el 26% eran ex fumadores. La inmensa mayoría de los fumadores lo hacen de forma habitual (81%). Hay distintos métodos eficaces para el tratamiento del tabaquismo con eficacia demostrada mediante metaanálisis de ensayos clínicos controlados, como los sustitutos de nicotina, antidepresivos, educación sanitaria, etc. La mayoría de estos métodos deben ser administrados o controlados por un profesional sanitario. Entre los profesionales sanitarios, el dentista es un agente de salud de primer orden, debido fundamentalmente a la afectación oral del tabaco (periodontitis, mal olor de aliento, cáncer oral) y a la peculiaridad de la visita al dentista (frente al médico) por su mayor duración promedio y mayor cercanía física entre profesional-paciente. Los planes actuales de formación de los dentistas incorporan módulos específicos para la deshabituación tabáquica en sus pacientes. No hay datos sistemáticos en España acerca del consumo de tabaco del dentista, y de su implicación en el tratamiento de sus pacientes. El objetivo de esta tesis doctoral es triple: a) conocer el hábito tabáquico de los dentistas españoles, b) su grado de implicación en el tratamiento del tabaquismo de sus pacientes, y c) establecer escenarios probables de futuro de la implicación del dentista en dicho tratamiento. Material y Metodología: En la primera parte del estudio (cuantitativa) se realizó una explotación científica de los aspectos relacionados con el tabaquismo de la II Encuesta Nacional sobre la actividad profesional de los dentistas en España realizada en el año 2008 (SPSS v.150, SPSS Inc., Chicago, IL). La segunda parte (cualitativa) consistió en un Estudio Delphi en la que se elaboró un cuestionario de 11 preguntas sobre el papel del dentista y sus organizaciones profesionales y educativas en el tratamiento del tabaquismo. Se remitió a 28 expertos de distintos perfiles profesionales. Los resultados se analizaron mediante SPSS Windows 15,0 (SPSS Inc., Chicago, IL). Resultados y Discusión: En cuanto a la encuesta a dentistas encontramos que el porcentaje de fumadores entre los dentistas es igual al de la población general. Hay un 16% de dentistas que no recomiendan a sus pacientes dejar de fumar. Este porcentaje es mayor entre los dentistas fumadores (p=0,008). También son los dentistas fumadores los que menos creen que el dentista debe ser un activista antitabaco (p<0,001). En cuanto a las diferencias según el perfil profesional encontramos que los que más recomiendan a sus pacientes dejar de fumar son los generalistas (p=0,012). Los más satisfechos profesionalmente son los que más exigen a sus pacientes dejar de fumar (p=0,005). Además se observa una relación positiva entre la implicación del dentista en el tratamiento del tabaquismo y su concienciación en cuanto a la importante labor de éste en la detección precoz del cáncer oral (examen de los tejidos blandos, palpación de la lengua y suelos de la boca, realizar biopsias, recibir y estar a favor de la realización de cursos sobre cáncer oral). En cuanto al Delphi, los expertos coinciden en que el papel actual del dentista en el tratamiento del tabaquismo es pequeño, sin embargo, también coinciden en que ese papel será mucho más relevante en el año 2020. Al comparar actualmente la labor del dentista con otros profesionales sanitarios y con los medios de comunicación, los expertos dejan al dentista y a su personal auxiliar en penúltimo y último lugar, pero al responder a esa misma cuestión cuando se les pregunta qué creen que ocurrirá en el futuro, el papel del dentista alcanza el segundo puesto. La barrera que señalan como más relevante es la falta de formación. Los expertos creen que se podría incrementar la importancia del dentista en el tratamiento del tabaquismo incorporándolo a su oferta asistencial, lo que conlleva una mayor formación de los dentistas, una mayor concienciación de éstos y, por supuesto, una mayor información a los pacientes. Para los expertos, el dentista debe ofrecer consejo sanitario, es decir, motivar al paciente para que deje de fumar, utilizando su privilegiada situación para la anamnesis sobre el consumo de tabaco y para destacar en la exploración oral las patologías derivadas de dicho consumo. Sin embargo, señalan, al igual que la mayoría de los autores, que su implicación en el tratamiento con una intervención plena que incluya fármacos es más dudosa. Introducción: Según los datos del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) la prevalencia del consumo de tabaco en 2008 en la población española era del 24%, el 50% eran no fumadores y el 26% eran ex fumadores. La inmensa mayoría de los fumadores lo hacen de forma habitual (81%). Hay distintos métodos eficaces para el tratamiento del tabaquismo con eficacia demostrada mediante metaanálisis de ensayos clínicos controlados, como los sustitutos de nicotina, antidepresivos, educación sanitaria, etc. La mayoría de estos métodos deben ser administrados o controlados por un profesional sanitario. Entre los profesionales sanitarios, el dentista es un agente de salud de primer orden, debido fundamentalmente a la afectación oral del tabaco (periodontitis, mal olor de aliento, cáncer oral) y a la peculiaridad de la visita al dentista (frente al médico) por su mayor duración promedio y mayor cercanía física entre profesional-paciente. Los planes actuales de formación de los dentistas incorporan módulos específicos para la deshabituación tabáquica en sus pacientes. No hay datos sistemáticos en España acerca del consumo de tabaco del dentista, y de su implicación en el tratamiento de sus pacientes. El objetivo de esta tesis doctoral es triple: a) conocer el hábito tabáquico de los dentistas españoles, b) su grado de implicación en el tratamiento del tabaquismo de sus pacientes, y c) establecer escenarios probables de futuro de la implicación del dentista en dicho tratamiento. Material y Metodología: En la primera parte del estudio (cuantitativa) se realizó una explotación científica de los aspectos relacionados con el tabaquismo de la II Encuesta Nacional sobre la actividad profesional de los dentistas en España realizada en el año 2008 (SPSS v.150, SPSS Inc., Chicago, IL). La segunda parte (cualitativa) consistió en un Estudio Delphi en la que se elaboró un cuestionario de 11 preguntas sobre el papel del dentista y sus organizaciones profesionales y educativas en el tratamiento del tabaquismo. Se remitió a 28 expertos de distintos perfiles profesionales. Los resultados se analizaron mediante SPSS Windows 15,0 (SPSS Inc., Chicago, IL). Resultados y Discusión: En cuanto a la encuesta a dentistas encontramos que el porcentaje de fumadores entre los dentistas es igual al de la población general. Hay un 16% de dentistas que no recomiendan a sus pacientes dejar de fumar. Este porcentaje es mayor entre los dentistas fumadores (p=0,008). También son los dentistas fumadores los que menos creen que el dentista debe ser un activista antitabaco (p<0,001). En cuanto a las diferencias según el perfil profesional encontramos que los que más recomiendan a sus pacientes dejar de fumar son los generalistas (p=0,012). Los más satisfechos profesionalmente son los que más exigen a sus pacientes dejar de fumar (p=0,005). Además se observa una relación positiva entre la implicación del dentista en el tratamiento del tabaquismo y su concienciación en cuanto a la importante labor de éste en la detección precoz del cáncer oral (examen de los tejidos blandos, palpación de la lengua y suelos de la boca, realizar biopsias, recibir y estar a favor de la realización de cursos sobre cáncer oral). En cuanto al Delphi, los expertos coinciden en que el papel actual del dentista en el tratamiento del tabaquismo es pequeño, sin embargo, también coinciden en que ese papel será mucho más relevante en el año 2020. Al comparar actualmente la labor del dentista con otros profesionales sanitarios y con los medios de comunicación, los expertos dejan al dentista y a su personal auxiliar en penúltimo y último lugar, pero al responder a esa misma cuestión cuando se les pregunta qué creen que ocurrirá en el futuro, el papel del dentista alcanza el segundo puesto. La barrera que señalan como más relevante es la falta de formación. Los expertos creen que se podría incrementar la importancia del dentista en el tratamiento del tabaquismo incorporándolo a su oferta asistencial, lo que conlleva una mayor formación de los dentistas, una mayor concienciación de éstos y, por supuesto, una mayor información a los pacientes. Para los expertos, el dentista debe ofrecer consejo sanitario, es decir, motivar al paciente para que deje de fumar, utilizando su privilegiada situación para la anamnesis sobre el consumo de tabaco y para destacar en la exploración oral las patologías derivadas de dicho consumo. Sin embargo, señalan, al igual que la mayoría de los autores, que su implicación en el tratamiento con una intervención plena que incluya fármacos es más dudosa.
Notas Locales:
DT(SE) 2014-046
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