Enseñanza y adquisición de las capacidades de toma de perspectiva visual
Autor(es) y otros:
Director(es):
Centro/Departamento/Otros:
Palabra(s) clave:
Psicología Evolutiva
Psicología Escolar
Fecha de publicación:
Editorial:
Universidad de Oviedo
Descripción física:
Resumen:
El éxito en gran parte de nuestras interacciones sociales está determinado por la capacidad para ponernos en la perspectiva de otras personas y actuar en base a ella. Desde edades muy tempranas un niño comienza a adquirir habilidades y capacidades básicas que progresivamente le permitirán tomar la perspectiva de otras personas. La adquisición de la capacidad de toma de perspectiva visual (TPV) ha sido considerada como requisita de otras capacidades más complejas de toma de perspectiva conductual o emocional. TPV es la capacidad para realizar inferencias sobre lo que uno mismo y otra persona está viendo y cómo lo está viendo. Se han descrito dos niveles de desarrollo de TPV: (a) En el Nivel 1 de TPV (TPV1), el niño identifica de forma correcta qué objeto puede ver y no ver otra persona. (b) En el Nivel 2 de TPV (TPV2), el niño reconoce que un objeto puede dar lugar a diferentes experiencias visuales si dos personas lo observan desde posiciones diferentes. El principal objetivo de las investigaciones fue evaluar esta capacidad en niños de desarrollo típico y niños con otros trastornos o déficits. Sin embargo, no se conocían cuáles son las habilidades requisitas que necesita aprender un niño para mostrar las capacidades de TPV. El objetivo de la presente tesis fue evaluar TPV1 y de TPV2 en niños de desarrollo típico, niños y adolescentes diagnosticadas con autismo u otro trastorno generalizado del desarrollo. Otro objetivo fue identificar un repertorio de habilidades requisitas que permita a un niño mostrar posteriormente TPV1 y TPV2. En primer lugar, evaluamos a 26 niños de desarrollo típico y 13 niños y adolescentes diagnosticados con autismo en una prueba de TPV1. Además, evaluamos 5 posibles habilidades requisitas de TPV1: (a) seguimiento de la mirada e identificación de lo que mira otra persona, (b) discriminación entre lo que uno mismo y otra persona ve y no ve, (c) discriminación entre lo que uno mismo ve y no ve con las respuestas verbales ¿sí¿ y ¿no¿, (d) producción y (e) comprensión de los pronombres personales ¿yo¿ y ¿tú¿. Siete niños de desarrollo típico y 3 adolescentes diagnosticados con autismo mostraron TPV1 y 9 de ellos mostraron todas la habilidades evaluadas. El análisis de las posibles habilidades requisitas fue completado con el diseño de procedimientos de enseñanza de 3 habilidades: (a) seguimiento de la mirada, (b) comprensión de los pronombres personales ¿yo¿ y ¿tú¿ y (c) discriminación entre lo que uno mismo ve y no ve con respuestas verbales. Trece niños recibieron uno o más de los procedimientos de enseñanza y, posteriormente, 10 niños mostraron TPV1. Estos resultados nos permitieron identificar 3 habilidades requisitas de TPV1. Cuando un niño adquiere este repertorio de habilidades está preparado para mostrar TPV1. En segundo lugar, evaluamos TPV2 con 3 modalidades de respuesta: (a) verbal, (b) selección de fotos y (c) selección de objetos, en 10 niños de desarrollo típico, 4 adolescentes diagnosticados con autismo y un adolescente con síndrome X frágil. Además, evaluamos 3 posibles habilidades requisitas de TPV2: (a) tactar, (b) seleccionar y (c) orientar un objeto en sus posiciones. Seis niños mostraron TPV2 con respuestas verbales y 2 niños mostraron TPV2 con respuestas de selección de fotos. Todos ellos habían adquirido al menos 2 de las habilidades requisitas evaluadas. El análisis de las habilidades requisitas se completó con un procedimiento para enseñar una de ellas (seleccionar) y probar la emergencia de las restantes (tactar y orientar), así como procedimientos basados en habilidades verbales para inducir TPV2. Nueve niños fueron expuestos a uno o más de los procedimientos para inducir la habilidad de TPV2 que no habían adquirido. Todos los niños mostraron la emergencia de las habilidades de TPV2. Los datos muestran que la capacidad de TPV2 se subdivide en 3 habilidades según la modalidad de respuesta. Además, hemos identificado las habilidades requisitas de cada habilidad de TPV2: primero, las habilidades de seleccionar, orientar un objeto en sus posiciones y de TPV1 son necesarias para mostrar TPV2 con respuestas verbales. Segundo, la habilidad de tactar las posiciones de un objeto y de identificar verbalmente cómo uno mismo y otra persona ven un mismo objeto son requisitas para mostrar TPV2 con respuestas de selección de fotos y de objetos. Nuestros experimentos ofrecen una explicación plausible sobre el proceso de adquisición de TPV y muestran que los niños, independientemente del diagnóstico, adquieren estas capacidades. La metodología aplicada ha permitido identificar de forma novedosa las relaciones empíricas entre habilidades requisitas y las capacidades de TPV. Además, se han diseñado herramientas eficientes para la evaluación y diagnóstico de TPV, así como procedimientos de enseñanza efectivos de habilidades requisito que permiten inducir TPV en niños que todavía no la han adquirido.
El éxito en gran parte de nuestras interacciones sociales está determinado por la capacidad para ponernos en la perspectiva de otras personas y actuar en base a ella. Desde edades muy tempranas un niño comienza a adquirir habilidades y capacidades básicas que progresivamente le permitirán tomar la perspectiva de otras personas. La adquisición de la capacidad de toma de perspectiva visual (TPV) ha sido considerada como requisita de otras capacidades más complejas de toma de perspectiva conductual o emocional. TPV es la capacidad para realizar inferencias sobre lo que uno mismo y otra persona está viendo y cómo lo está viendo. Se han descrito dos niveles de desarrollo de TPV: (a) En el Nivel 1 de TPV (TPV1), el niño identifica de forma correcta qué objeto puede ver y no ver otra persona. (b) En el Nivel 2 de TPV (TPV2), el niño reconoce que un objeto puede dar lugar a diferentes experiencias visuales si dos personas lo observan desde posiciones diferentes. El principal objetivo de las investigaciones fue evaluar esta capacidad en niños de desarrollo típico y niños con otros trastornos o déficits. Sin embargo, no se conocían cuáles son las habilidades requisitas que necesita aprender un niño para mostrar las capacidades de TPV. El objetivo de la presente tesis fue evaluar TPV1 y de TPV2 en niños de desarrollo típico, niños y adolescentes diagnosticadas con autismo u otro trastorno generalizado del desarrollo. Otro objetivo fue identificar un repertorio de habilidades requisitas que permita a un niño mostrar posteriormente TPV1 y TPV2. En primer lugar, evaluamos a 26 niños de desarrollo típico y 13 niños y adolescentes diagnosticados con autismo en una prueba de TPV1. Además, evaluamos 5 posibles habilidades requisitas de TPV1: (a) seguimiento de la mirada e identificación de lo que mira otra persona, (b) discriminación entre lo que uno mismo y otra persona ve y no ve, (c) discriminación entre lo que uno mismo ve y no ve con las respuestas verbales ¿sí¿ y ¿no¿, (d) producción y (e) comprensión de los pronombres personales ¿yo¿ y ¿tú¿. Siete niños de desarrollo típico y 3 adolescentes diagnosticados con autismo mostraron TPV1 y 9 de ellos mostraron todas la habilidades evaluadas. El análisis de las posibles habilidades requisitas fue completado con el diseño de procedimientos de enseñanza de 3 habilidades: (a) seguimiento de la mirada, (b) comprensión de los pronombres personales ¿yo¿ y ¿tú¿ y (c) discriminación entre lo que uno mismo ve y no ve con respuestas verbales. Trece niños recibieron uno o más de los procedimientos de enseñanza y, posteriormente, 10 niños mostraron TPV1. Estos resultados nos permitieron identificar 3 habilidades requisitas de TPV1. Cuando un niño adquiere este repertorio de habilidades está preparado para mostrar TPV1. En segundo lugar, evaluamos TPV2 con 3 modalidades de respuesta: (a) verbal, (b) selección de fotos y (c) selección de objetos, en 10 niños de desarrollo típico, 4 adolescentes diagnosticados con autismo y un adolescente con síndrome X frágil. Además, evaluamos 3 posibles habilidades requisitas de TPV2: (a) tactar, (b) seleccionar y (c) orientar un objeto en sus posiciones. Seis niños mostraron TPV2 con respuestas verbales y 2 niños mostraron TPV2 con respuestas de selección de fotos. Todos ellos habían adquirido al menos 2 de las habilidades requisitas evaluadas. El análisis de las habilidades requisitas se completó con un procedimiento para enseñar una de ellas (seleccionar) y probar la emergencia de las restantes (tactar y orientar), así como procedimientos basados en habilidades verbales para inducir TPV2. Nueve niños fueron expuestos a uno o más de los procedimientos para inducir la habilidad de TPV2 que no habían adquirido. Todos los niños mostraron la emergencia de las habilidades de TPV2. Los datos muestran que la capacidad de TPV2 se subdivide en 3 habilidades según la modalidad de respuesta. Además, hemos identificado las habilidades requisitas de cada habilidad de TPV2: primero, las habilidades de seleccionar, orientar un objeto en sus posiciones y de TPV1 son necesarias para mostrar TPV2 con respuestas verbales. Segundo, la habilidad de tactar las posiciones de un objeto y de identificar verbalmente cómo uno mismo y otra persona ven un mismo objeto son requisitas para mostrar TPV2 con respuestas de selección de fotos y de objetos. Nuestros experimentos ofrecen una explicación plausible sobre el proceso de adquisición de TPV y muestran que los niños, independientemente del diagnóstico, adquieren estas capacidades. La metodología aplicada ha permitido identificar de forma novedosa las relaciones empíricas entre habilidades requisitas y las capacidades de TPV. Además, se han diseñado herramientas eficientes para la evaluación y diagnóstico de TPV, así como procedimientos de enseñanza efectivos de habilidades requisito que permiten inducir TPV en niños que todavía no la han adquirido.
Notas Locales:
DT(SE) 2012-050
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