Etapas tardías del desarrollo fonológico infantil: procesos y límites del trastorno

Abstract

El estudio científico del lenguaje infantil incluye los procesos y etapas del desarrollo fonológico y sus alteraciones, que son el objeto de investigación de esta tesis doctoral. El estudio de la fonología infantil se ha centrado clásicamente en los fenómenos que se observan en las etapas tempranas del desarrollo, buscando datos para confirmar teorías de corte formal. En este trabajo se explora el menos investigado desarrollo fonológico tardío, entre los 3 y 6 años de edad, como evolución de un sistema funcional de procesos con el objeto de establecer las etapas tardías del desarrollo fonológico infantil y los límites del trastorno del habla en cada una de ellas. La hipótesis general del trabajo es que las trayectorias no serán lineales, sino ajustadas a las curvas características de los procesos de desarrollo, lo que permitirá delimitar etapas en función de la incidencia y naturaleza de los procesos fonológicos en cada grupo de edad. La metodología se basa en el registro, transcripción y análisis de corpus de habla infantil en el marco del Proyecto CHILDES. El corpus analizado se obtuvo de 240 sujetos castellanohablantes repartidos en seis grupos de edad (3;0/ 3;6/ 4;0/ 4;6/ 5;0/ 5;6), con 20 niños y 20 niñas en cada grupo. Las muestras de habla, de un tamaño medio en torno a 1500 palabras por sujeto, se recogieron en contextos naturales de conversación espontánea y fueron transcritas y codificadas de acuerdo con el formato CHAT de CHILDES. Se estableció un sistema especial de codificación de los procesos adaptado a la fonología española. Los análisis de las muestras se llevaron a cabo con los programas del paquete CLAN de CHILDES. El tratamiento estadístico de los datos para determinar el efecto de la edad en la evolución de las clases y tipos de procesos, bloqueando el efecto de los tokens, se basó en Análisis de Covarianza realizados con el paquete estadístico SAS. Los resultados muestran que las producciones infantiles a partir del tercer año aún presentan una gran frecuencia y variedad de procesos fonológicos que, si bien tienden a disminuir significativamente con la edad, persistirían más allá de los seis años. La distribución relativa de los procesos en los grupos refleja la dinámica del desarrollo fonológico tardío, que se caracterizaría por los ajustes en la construcción de las representaciones del sistema fonológico en función de distintas restricciones. Dicha dinámica no-lineal del desarrollo permitiría distinguir tres etapas tardías en el desarrollo fonológico, delimitadas por diferencias estadísticas significativas entre los grupos analizados. Los niños de tres años estarían aún en una etapa expansiva del sistema fonológico; los procesos en los niños de cuatro años se corresponden con una etapa de estabilización del sistema, que se manifiesta en un incremento relativo de los procesos de sustitución por restricciones fonemáticas; finalmente, a partir de los cinco años los procesos entran en una etapa de resolución definitiva, donde persisten procesos de reducción de grupos que obedecen fundamentalmente a restricciones fonotácticas. En el marco de cada grupo de edad se observaron diferencias individuales y en función del sexo, que tienden a reducirse a lo largo de las tres etapas. Teniendo en cuenta el rango de variabilidad intragrupo, se obtuvieron "indices críticos" que marcan los límites del trastorno fonológico para cada grupo de edad y sexo, así como los perfiles individuales de los casos atípicos de cada grupo. Los resultados hallados se discuten en relación con su posible aplicación en el ámbito de la adquisición de la lectura y con el diagnóstico e intervención logopédica en trastornos del habla infantil. La comparación de los resultados con los obtenidos para otras lenguas, en particular la lengua inglesa, sugiere que las etapas evolutivas podrían tener un carácter universal, con un hito claro en los cuatro años y una resolución tardía e independiente de la complejidad del sistema fonológico de cada lengua. La evolución convergente de las representaciones fonológicas desde una gran variabilidad individual reflejaría la creciente integración funcional que resulta de los procesos universales de aprendizaje y desarrollo cognitivo.