dc.description.abstract | La mano humana y el cerebro son producto de la evolución, pero no actúan solos, en un vacío, sino que están totalmente integrados en el cuerpo y el entorno en el que vive cada individuo y en el que vivió nuestra especie. Esta tesis tiene como cometido sintetizar la explicación conjunta de los procesos más esenciales de la hominización (filogénesis) y de nuestra evolución individual (ontogénesis) en un escenario evolutivo asentado en un modelo de correspondencia recíproca entre diversos factores, entre los que se hallan: la posición erecta, la liberación de las manos, la aparición del cerebro humano, nuestra capacidad de aprendizaje y el surgimiento del lenguaje. Se pretende ofrecer una posible respuesta al debatido problema filosófico mente-cuerpo desde una perspectiva evolucionista intentando explicar cómo nuestros procesos mentales (nuestra conciencia) son fruto de un complejo sistema biológico en el que la mano y el cerebro, producto de la evolución, cumplieron y cumplen un papel fundamental. Para ello se parte de la negación ontológica de cualquier tipo de dualismo y de la suposición de que son exclusivamente los procesos físicos, materiales (cuerpo, mano, cerebro), los que pueden ofrecernos una explicación adecuada de la conciencia como un proceso físico que surge de la estructura y dinámica de ciertos cerebros, dentro del orden material de ciertos organismos (muto ergo cogito). | |