Control de un hogar domotizado a través de Asterisk
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Máster Universitario en Ingeniería de Telecomunicación
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El Internet de las Cosas (Internet of Things, IoT) es un paradigma de reciente aparición cuyo margen de crecimiento en el futuro, a medio y largo plazo, es indudable. Parte de tres pilares fundamentales. En primer lugar, las “things”, tanto sensores que capturan, procesan y distribuyen la información, como actuadores, elementos que realizan un procesamiento más intensivo de los datos captados de los sensores, para posteriormente retroalimentarlos. Segundo, los datos, puesto que en el ámbito del IoT tanto el volumen de datos, como la velocidad en la captura y generación de los mismos, difieren del comportamiento tradicional de las redes de computadores convencionales. Finalmente, el procesamiento, siendo las redes IoT entornos donde el control y la toma de decisiones es difusa, ya que los dispositivos modifican su régimen de funcionamiento en base a la interacción con sus semejantes de manera autónoma, sin que haya necesidad de una jerarquía de roles estrictamente establecida. Dentro de los múltiples campos de aplicación del IoT, es el ámbito doméstico uno de sus mayores exponentes, dando lugar a lo que se conoce como Smart Homes. En esos entornos, existen electrodomésticos, aparatos electrónicos e incluso dispositivos wearables como prendas de vestir, o accesorios personales, que se comportan como dispositivos IoT. En la actualidad existen soluciones propietarias, denominadas altavoces inteligentes, que sirven como pasarela entre el usuario y los dispositivos del entorno doméstico domotizado, pudiendo a través de dichas pasarelas planificar y modificar el funcionamiento de los dispositivos IoT presentes en el Smart Home. Así pues, la presencia de soluciones comerciales propietarias como Google Assistant o Alexa en entornos domésticos inteligentes es cada vez más frecuente.
El Internet de las Cosas (Internet of Things, IoT) es un paradigma de reciente aparición cuyo margen de crecimiento en el futuro, a medio y largo plazo, es indudable. Parte de tres pilares fundamentales. En primer lugar, las “things”, tanto sensores que capturan, procesan y distribuyen la información, como actuadores, elementos que realizan un procesamiento más intensivo de los datos captados de los sensores, para posteriormente retroalimentarlos. Segundo, los datos, puesto que en el ámbito del IoT tanto el volumen de datos, como la velocidad en la captura y generación de los mismos, difieren del comportamiento tradicional de las redes de computadores convencionales. Finalmente, el procesamiento, siendo las redes IoT entornos donde el control y la toma de decisiones es difusa, ya que los dispositivos modifican su régimen de funcionamiento en base a la interacción con sus semejantes de manera autónoma, sin que haya necesidad de una jerarquía de roles estrictamente establecida. Dentro de los múltiples campos de aplicación del IoT, es el ámbito doméstico uno de sus mayores exponentes, dando lugar a lo que se conoce como Smart Homes. En esos entornos, existen electrodomésticos, aparatos electrónicos e incluso dispositivos wearables como prendas de vestir, o accesorios personales, que se comportan como dispositivos IoT. En la actualidad existen soluciones propietarias, denominadas altavoces inteligentes, que sirven como pasarela entre el usuario y los dispositivos del entorno doméstico domotizado, pudiendo a través de dichas pasarelas planificar y modificar el funcionamiento de los dispositivos IoT presentes en el Smart Home. Así pues, la presencia de soluciones comerciales propietarias como Google Assistant o Alexa en entornos domésticos inteligentes es cada vez más frecuente.
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