La ruralidad frente la modernidad: un acercamiento a la muerte del sistema social agrario en el cine de Pedro Lazaga
Autor(es) y otros:
Palabra(s) clave:
mundo rural, modernidad, discurso oficial, discurso rural
Fecha de publicación:
Resumen:
Analizar el lenguaje cinematográfico constituye un proceso esencial para poder comprender la evolución de las diferentes sociedades humanas en interacción. El lenguaje cinematográfico tiene un carácter visual (icónico) pero también sonoro, que se vincula estrechamente con las realidades sociales y culturales de los sistemas sociotécnicos específicos. A través de la difusión comunitaria del cine se difunden numerosas nuevas identidades en construcción, así como otras en evolución (más o menos voluntaria). Pedro Lazaga (1918-1979) dirigió noventa y tres películas en calidad de director y participó en otras diez como guionista. La ruptura entre el mundo rural y el mundo urbano constituyó un tema muy recurrente en la producción cinematográfica de Lazaga, con obras como “La ciudad no es para mí” (1966) o “El turismo es un gran invento” (1968). A través de estas películas podemos identificar múltiples elementos que definieron la desaparición del sistema social agrario tradicional: estructuras sociales, económicas, culturales y políticas. En la primera de ellas (“La ciudad no es para mí”) Agustín Valverde (actor: Paco Martínez Soria) representa la ruptura de la ruralidad española ante la nueva modernidad urbana y las nuevas estrategias políticas y económicas del franquismo: “el milagro económico español” y la “gran transformación de la nación española”. En la segunda película seleccionada “El turismo que gran invento”, el alcalde Benito Requejo (actor: Paco Martínez Soria) intenta convertir un pequeño pueblo de Aragón en un epicentro turístico con el objetivo de reconvertir el mundo rural y evitar el éxodo juvenil. Su secretario municipal, Basilio (actor: José Luis López Vázquez) viaja a la Costa de Sol para “ver mundo” y tomar buena nota de las nuevas prácticas económicas del franquismo: el desarrollo del turismo. Ambas películas ofrecen una clara comparación cultural entre dos mundos: el rural en transformación forzosa y el mundo urbano en construcción (podríamos ampliar esta comparación entre la población española y extranjera). Mediante la presente contribución analizaremos dichas películas, con una perspectiva histórica y filosófica, con el objetivo de identificar representaciones icónicas del sistema social agrario en desaparición con un especial énfasis en los conflictos de la “nueva sociedad española”.
Analizar el lenguaje cinematográfico constituye un proceso esencial para poder comprender la evolución de las diferentes sociedades humanas en interacción. El lenguaje cinematográfico tiene un carácter visual (icónico) pero también sonoro, que se vincula estrechamente con las realidades sociales y culturales de los sistemas sociotécnicos específicos. A través de la difusión comunitaria del cine se difunden numerosas nuevas identidades en construcción, así como otras en evolución (más o menos voluntaria). Pedro Lazaga (1918-1979) dirigió noventa y tres películas en calidad de director y participó en otras diez como guionista. La ruptura entre el mundo rural y el mundo urbano constituyó un tema muy recurrente en la producción cinematográfica de Lazaga, con obras como “La ciudad no es para mí” (1966) o “El turismo es un gran invento” (1968). A través de estas películas podemos identificar múltiples elementos que definieron la desaparición del sistema social agrario tradicional: estructuras sociales, económicas, culturales y políticas. En la primera de ellas (“La ciudad no es para mí”) Agustín Valverde (actor: Paco Martínez Soria) representa la ruptura de la ruralidad española ante la nueva modernidad urbana y las nuevas estrategias políticas y económicas del franquismo: “el milagro económico español” y la “gran transformación de la nación española”. En la segunda película seleccionada “El turismo que gran invento”, el alcalde Benito Requejo (actor: Paco Martínez Soria) intenta convertir un pequeño pueblo de Aragón en un epicentro turístico con el objetivo de reconvertir el mundo rural y evitar el éxodo juvenil. Su secretario municipal, Basilio (actor: José Luis López Vázquez) viaja a la Costa de Sol para “ver mundo” y tomar buena nota de las nuevas prácticas económicas del franquismo: el desarrollo del turismo. Ambas películas ofrecen una clara comparación cultural entre dos mundos: el rural en transformación forzosa y el mundo urbano en construcción (podríamos ampliar esta comparación entre la población española y extranjera). Mediante la presente contribución analizaremos dichas películas, con una perspectiva histórica y filosófica, con el objetivo de identificar representaciones icónicas del sistema social agrario en desaparición con un especial énfasis en los conflictos de la “nueva sociedad española”.
Descripción:
Congreso Internacional ILICIA, Literatura, ciencia y transitividad (2º. 2021. Oviedo)
Patrocinado por:
Programa Severo Ochoa para la formación en investigación del Principado de Asturias 2019, ref. BP-19-007.
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