Síndrome Burnout en los profesionales de medicina de urgencias de atención hospitalaria de Asturias

Abstract

Introducción: el síndrome de burnout se puede considerar como un problema de salud pública que acarrea consecuencias negativas para los profesionales e instituciones donde trabaja. El profesional médico de emergencias está sometido en líneas generales a estresores que pueden acentuar niveles de estrés elevados que, si se dejan evolucionar en el tiempo, pueden llegar a convertirse en este síndrome llegando a incapacitar a la persona en sus esferas productivas, afectivas y sociales. Objetivos: averiguar la prevalencia del síndrome de burnout con sus tres dimensiones (agotamiento emocional, despersonalización y falta de realización personal) en los profesionales de medicina de urgencias de los hospitales de referencia de las ocho áreas sanitarias del Principado de Asturias, analizando las distintas variables sociodemográficas, laborales, de satisfacción laboral, de estrés percibido y de salud. Material y métodos: se realizó un estudio multicéntrico, observacional, descriptivo, de corte transversal, para conocer la prevalencia del síndrome de burnout entre los profesionales de dichos centros. Resultados: la prevalencia de burnout en los profesionales médicos de urgencias de los hospitales de referencia de las 8 áreas sanitarias del Principado de Asturias es del 18.2% (IC 95%: 14.72- 21.78). Podemos estratificar el riesgo de sufrir burnout según la escala que propone Frutos (2014) en: muy alto riesgo (20.4% de la muestra), alto riesgo (11%), medio-alto riesgo (7.3%), riesgo medio-alto (31.4%) y bajo riesgo (11.7%). Conclusiones: la prevalencia de síndrome de burnout en los profesionales médicos de urgencias hospitalarias de Asturias es muy elevada. Los profesionales que se encuentran en riesgo de padecerlo son también un porcentaje muy elevado. Se confirma la vulnerabilidad del colectivo del estudio para padecer dicho síndrome que afecta de manera negativa a la persona, a la institución donde desarrolla su actividad laboral y a los pacientes. Dados los resultados el propio Ministerio de Sanidad y las diferentes gerencias de las áreas sanitarias deberían de poner a corto plazo mecanismos en marcha para disminuir su incidencia y su alta prevalencia.