Evaluación experimental del subsuelo y desarrollo de la cartografía geotécnica de Badajoz utilizando sistemas de información geográfica para reducir los riesgos de patologías estructurales
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Palabra(s) clave:
Ingeniería mecánica
Mecánica del suelo en la construcción
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El terreno debe ser considerado otro material más en el ámbito de la construcción. Con el paso del tiempo funciona como si fuera un elemento evolutivo, ya que se modifica e incluso, llega a deteriorarse. Más aún, puede suceder que sus condiciones de estabilidad se transformen. Es pues muy importante, conocer la tipología del suelo sobre la que vamos a enclavar la edificación, porque influirá directamente en su comportamiento mecánico. Añadamos otra variable adicional como es esa dualidad tan estática y a la vez tan alterable por la acción del ser humano, por la climatología y por el discurrir de la historia. El texto refundido de la Ley del Suelo y Rehabilitación Urbana, R.D. Legislativo 7/2015 de 30 de octubre plantea las relaciones que deben existir entre los usos y las tipologías edificatorias. Por desgracia es un condicionante de partida con frecuencia olvidado en el planeamiento urbanístico, donde imperan los criterios políticos y especulativos. En España comenzó a exigirse un estudio geotécnico en la construcción de viviendas privadas a partir de la entrada en vigor de la Ley de Ordenación de la Edificación (38/1999). Llaman poderosamente la atención las estadísticas que avalan que el coste económico de las patologías en las cimentaciones constituye el capítulo más elevado de las reparaciones estructurales. Es cierto que habitualmente los cálculos relacionados con la geotecnia se evalúan de forma poco precisa. La tierra es el elemento común de todas las personas en los distintos continentes y la superficie donde desarrollamos nuestras funciones diarias. Empero, sigue siendo escasamente conocida a juzgar por los amplios intervalos con que manejamos sus propiedades. Las magnitudes con ella relacionadas no se acotan con la exactitud de otras partidas de la construcción y los coeficientes de seguridad elevados quedan justificados por el alto precio de una campaña geotécnica rigurosa. Es fácil advertir construcciones sobre tierras que no son uniformes ni homogéneas. Numerosas áreas muestran heterogeneidades, existen lentejones, etc., e incluso en una misma parcela, se descubren diferencias notables entre las características del subsuelo. La gran desventaja que presenta el terreno es sin duda, esta imprevisible heterogeneidad. Las diferencias entre las cualidades de otros materiales comúnmente utilizados como la cerámica, el acero o el hormigón, son mínimas en relación a las propiedades del suelo. Para solventar todo esto se han elaborado un conjunto de planos que constituyen el Mapa Geotécnico Básico de Badajoz, recogiendo las propiedades de sus estratos y su aplicación a la edificación. Tras acopiar una documentación muy completa consistente en 459 sondeos, se identifican nueve capas: rellenos, arcillas y limos, arenas en arcillas, gravas en arcillas, arenas, gravas en arenas, gravas, el estrato rocoso y las aguas freáticas. La cartografía ha sido obtenida gráficamente mediante isolíneas, indicando la posición y espesores de las capas antes mencionadas. Se ha estudiado, así mismo el fenómeno de expansividad en la ciudad correlacionándolo con la tipología de cimentación. Se propone una herramienta para la difusión de los resultados que recoge los parámetros geotécnicos de todos los sondeos.
El terreno debe ser considerado otro material más en el ámbito de la construcción. Con el paso del tiempo funciona como si fuera un elemento evolutivo, ya que se modifica e incluso, llega a deteriorarse. Más aún, puede suceder que sus condiciones de estabilidad se transformen. Es pues muy importante, conocer la tipología del suelo sobre la que vamos a enclavar la edificación, porque influirá directamente en su comportamiento mecánico. Añadamos otra variable adicional como es esa dualidad tan estática y a la vez tan alterable por la acción del ser humano, por la climatología y por el discurrir de la historia. El texto refundido de la Ley del Suelo y Rehabilitación Urbana, R.D. Legislativo 7/2015 de 30 de octubre plantea las relaciones que deben existir entre los usos y las tipologías edificatorias. Por desgracia es un condicionante de partida con frecuencia olvidado en el planeamiento urbanístico, donde imperan los criterios políticos y especulativos. En España comenzó a exigirse un estudio geotécnico en la construcción de viviendas privadas a partir de la entrada en vigor de la Ley de Ordenación de la Edificación (38/1999). Llaman poderosamente la atención las estadísticas que avalan que el coste económico de las patologías en las cimentaciones constituye el capítulo más elevado de las reparaciones estructurales. Es cierto que habitualmente los cálculos relacionados con la geotecnia se evalúan de forma poco precisa. La tierra es el elemento común de todas las personas en los distintos continentes y la superficie donde desarrollamos nuestras funciones diarias. Empero, sigue siendo escasamente conocida a juzgar por los amplios intervalos con que manejamos sus propiedades. Las magnitudes con ella relacionadas no se acotan con la exactitud de otras partidas de la construcción y los coeficientes de seguridad elevados quedan justificados por el alto precio de una campaña geotécnica rigurosa. Es fácil advertir construcciones sobre tierras que no son uniformes ni homogéneas. Numerosas áreas muestran heterogeneidades, existen lentejones, etc., e incluso en una misma parcela, se descubren diferencias notables entre las características del subsuelo. La gran desventaja que presenta el terreno es sin duda, esta imprevisible heterogeneidad. Las diferencias entre las cualidades de otros materiales comúnmente utilizados como la cerámica, el acero o el hormigón, son mínimas en relación a las propiedades del suelo. Para solventar todo esto se han elaborado un conjunto de planos que constituyen el Mapa Geotécnico Básico de Badajoz, recogiendo las propiedades de sus estratos y su aplicación a la edificación. Tras acopiar una documentación muy completa consistente en 459 sondeos, se identifican nueve capas: rellenos, arcillas y limos, arenas en arcillas, gravas en arcillas, arenas, gravas en arenas, gravas, el estrato rocoso y las aguas freáticas. La cartografía ha sido obtenida gráficamente mediante isolíneas, indicando la posición y espesores de las capas antes mencionadas. Se ha estudiado, así mismo el fenómeno de expansividad en la ciudad correlacionándolo con la tipología de cimentación. Se propone una herramienta para la difusión de los resultados que recoge los parámetros geotécnicos de todos los sondeos.
Notas Locales:
DT(SE) 2016-270
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