Huelgas y crisis económica (y del intercambio político)

Abstract

En la amplia literatura internacional sobre las huelgas, en particular, y sobre el conflicto industrial, en general, se pueden diferenciar dos corrientes principales: la económica y la político-organizativa (Franzosi, 1989). Desde la perspectiva económica, focalizando la atención en el proceso de negociación colectiva, la propensión a la huelga depende de la relación de fuerzas entre las partes, relación que viene determinada por la fase en que se encuentre el ciclo económico (Rees, 1952). Desde la óptica político-organizativa, se toma en consideración que, si se dan las circunstancias oportunas, los sindicatos pueden optar por desplazar el conflicto por la distribución de la renta al ámbito político, en la medida en que para lograr la redistribución de la renta “la maquinaria del Estado” es más potente que la negociación colectiva (Pizzorno, 1978). El brusco cambio de ciclo experimentado a finales de 2007 en las principales economías occidentales, proporciona el marco ideal para contrastar cual de los enfoques es el más adecuado. Para este propósito, el caso español resulta especialmente útil en la medida en que, además del cambio de tendencia en el ciclo económico, se ha producido, asimismo, la ruptura del intercambio político que había caracterizado el periodo previo.