Sindicatos, crisis económica y repertorios de protesta en el Sur de Europa
Autor(es) y otros:
Editor/Coord./Trad.:
Palabra(s) clave:
Relaciones laborales
Fecha de publicación:
Editorial:
Observatorio del Conclicto Social
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Resumen:
La periferia sur de Europa se ha convertido en uno de los escenarios, a escala internacional, en los que la crisis económica ha mayor impacto en términos de contracción de la actividad, desempleo y crecimiento de la desigualdad. La distribución de los esfuerzos derivados de la necesidad de alcanzar los objetivos de consolidación fiscal y de mejora de la competitividad impuestos desde las instituciones europeas sobre España, Italia, Portugal, Grecia y, en menor medida aún, sobre Francia, ha sido expresada de forma altamente inequitativa. A lo largo del periodo 2008-2012, la merma de la renta disponible por los hogares y la reducción de coberturas sociales asociada a la racionalización del Estado del Bienestar, ha provocado el fortalecimiento de uno de los rasgos de estructura social más persistentes de este conjunto de países: la desigualdad. La crisis ha evidenciado la fractura social en el sur de Europa. El bajo nivel de cohesión entre colectivos sociales incluidos y excluidos del mercado laboral, afectados por las formas regulares o atípicas de empleo o cubiertos y no cubiertos por unos mermados dispositivos de protección social ha intensificado los problemas de dualización. El crecimiento de las diferencias intra-sociales no solamente ha recibido una expresión económica sino que, por ejemplo, también puede ser descrito a partir de un eje generacional. La gestión de la crisis económica por parte de los gobiernos nacionales, siempre a la sombra de las directrices de Bruselas, ha empujado a muy distintos actores sociales, entre ellos a las organizaciones sindicales, a redescubrir viejas formas de protesta; pero también a explorar otras nuevas. Una de las consecuencias inmediatas de los programas de ajuste puestos en marcha en este conjunto de países ha sido el incremento del nivel de conflictividad, tanto en el ámbito económico dentro del que los sindicatos ostentan el liderazgo de la representación de los intereses laborales como en el ámbito civil, con la emergencia de nuevos (y en algunos casos, inesperados) movimientos sociales.
La periferia sur de Europa se ha convertido en uno de los escenarios, a escala internacional, en los que la crisis económica ha mayor impacto en términos de contracción de la actividad, desempleo y crecimiento de la desigualdad. La distribución de los esfuerzos derivados de la necesidad de alcanzar los objetivos de consolidación fiscal y de mejora de la competitividad impuestos desde las instituciones europeas sobre España, Italia, Portugal, Grecia y, en menor medida aún, sobre Francia, ha sido expresada de forma altamente inequitativa. A lo largo del periodo 2008-2012, la merma de la renta disponible por los hogares y la reducción de coberturas sociales asociada a la racionalización del Estado del Bienestar, ha provocado el fortalecimiento de uno de los rasgos de estructura social más persistentes de este conjunto de países: la desigualdad. La crisis ha evidenciado la fractura social en el sur de Europa. El bajo nivel de cohesión entre colectivos sociales incluidos y excluidos del mercado laboral, afectados por las formas regulares o atípicas de empleo o cubiertos y no cubiertos por unos mermados dispositivos de protección social ha intensificado los problemas de dualización. El crecimiento de las diferencias intra-sociales no solamente ha recibido una expresión económica sino que, por ejemplo, también puede ser descrito a partir de un eje generacional. La gestión de la crisis económica por parte de los gobiernos nacionales, siempre a la sombra de las directrices de Bruselas, ha empujado a muy distintos actores sociales, entre ellos a las organizaciones sindicales, a redescubrir viejas formas de protesta; pero también a explorar otras nuevas. Una de las consecuencias inmediatas de los programas de ajuste puestos en marcha en este conjunto de países ha sido el incremento del nivel de conflictividad, tanto en el ámbito económico dentro del que los sindicatos ostentan el liderazgo de la representación de los intereses laborales como en el ámbito civil, con la emergencia de nuevos (y en algunos casos, inesperados) movimientos sociales.
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- Artículos [36436]
- Sociología [137]