Variables implicadas en la asistencia de los padres a los programas de prevención familiar del consumo de drogas

Abstract

La prevención familiar del consumo de drogas se presenta en la actualidad como la principal herramienta frente a los problemas que puede generar el abuso de sustancias psicoactivas en los adolescentes, pero las bajas tasas de participación que suelen registrase en este tipo de intervenciones, especialmente entre aquellas familias con mayor número de factores de riesgo, suponen una grave dificultad que, a pesar de los esfuerzos de investigación, aún no ha podido ser plenamente superada. Spoth y Redmond propusieron en un citadísimo trabajo de 1995, que fue perfeccionado en un artículo posterior de 1997, un modelo sobre los factores que motivaron la participación de los padres en un programa de habilidades parentales. En el modelo se contemplaban los efectos directos e indirectos de dos componentes: 1) los constructos del Health Believe Model (HBM en adelante) de Rosenstock, 1996 (cif. Spoth y Redmond, 1995) acerca de las Creencias sobre la Salud, y 2) los Factores del Contexto Familiar, sobre su tercer componente y variable dependiente de la investigación de estos autores: la Inclinación de los Padres para Participar en los Programs de Habilidades Parentales. Parece ser que dentro del conjunto de variables que se citan como predictoras y relevantes en la participación de los padres aquéllas propuestas por estos autores gozan de especial relevancia. También ciertas actitudes hacia el centro escolar y el uso de incentivos parecen ser relevantes a este respecto. El objetivo de la investigación que se presenta en esta tesis doctoral consistió en estudiar el papel de ciertas variables implicadas en la Asistencia a un Programa de Prevención Familiar del Consumo de Drogas para (1) mejorar la comprensión de los factores familiares implicados en la participación de los padres en los programas de prevención familiar que se llevan a cabo en el contexto escolar, (2) revisar la idoneidad del modelo de Sporh y Redmond (1995) y Spoth et al. (1997) en la realidad social de nuestro país, estudiando hasta que punto la percepción de Severidad y de Susceptibilidad por parte de los padres puede predecir la asistencia a un programa de prevención, (3) estudiar la eficacia diferencial de la estrategia basada en la utilización de pequeños Incentivos para premiar la asistencia, y (4) ensayar hasta qué punto ciertos aspectos organizacionales del centro escolar pueden ser relevantes en la decisión de los padres de participar o no en tales intervenciones preventivas. Para ello se utilizó una muestra de 339 familas con hijos escolarizados en 1º y 2º de E.S.O. La aplicabilidad de estos resultados es muy destacada, habida cuenta de que uno se los principales problemas que sufren los programas de prevención familiar es la escasa asistencia de los padres a tales iniciativas, siendo además sabido que son justamente los padres de los hijos en donde se reúne un mayor número de factores de riesgo los que acuden en menor proporción, como ha ocurrido en este estudio. De este forma, los resultados de esta investigación pueden ayudar a confeccionar nuevas formas de convocatoria que aumenten la asistencia de las familiar a los programas de prevención del consumo de drogas. De los resultados obtenidos en esta tesis se concluye que estas convocatorias deberían centrarse especialmente en incrementar la percepción de la severidad del consumo de tabaco y en la provisión de incentivos, especialmente en aquellos centros que no gocen de cierta credibilidad o prestigio ante los padres, ya que las familias con hijos que acuden a estos centros serán mas difíciles de captar, y la imagen del centro ante los padres no es algo fácilmente manipulable. Igualmente, podemos, concluir que el modelo de Spoth y Redmond (1995) y Spoth et al., (1997) es afín a nuestra sociedad en cuanto al papel desempeñado por las varibles de percepción de severidad del consumo de drogas y el uso parental de recursos preventivos en el pasado, aunque el funcionamiento de la variable de percepción de susceptibilidad no es exportable al funcionamiento de las familias de nuestro país. En resumen, las familias con hijos con mayor riesgo de consumo de drogas no suelen participar en este tipo de programas. Sería necesario seguir investigando para poder determinar con mayor precisión qué características pueden ser mejoradas en las estrategias de captación de los padres en los programas de prevención familiar de drogodependencias, especialmente de aquéllos que se encuentran en una situación de riesgo.