dc.description.abstract | La criopreservación de embriones ha revolucionado las técnicas de reproducción
asistida, ofreciendo oportunidades de uso futuro a los embriones supernumerarios de un
ciclo. Inicialmente la congelación lenta era la técnica predominante, sin embargo, los
daños que provocaba en el embrión, así como la baja tasa de supervivencia hicieron que
se comenzara a desarrollar la técnica de vitrificación. En este caso, se usan mayores
velocidades de enfriamiento, así como mayores cantidades de crioprotectores,
obteniéndose mejores tasas de desarrollo embrionario. El éxito de la vitrificación se ve
influenciado por diferentes factores como puede ser el colapso asistido previo, o el
hatching asistido posterior. En ocasiones, es necesario realizar una doble vitrificación
embrionaria, ya sea porque el embrión es procedente de un ovocito vitrificado, o porque
se lleven a cabo dos vitrificaciones en estadio de embrión. Sin embargo, los resultados de
este metaanálisis muestran menores tasas de éxito en cuanto al embarazo y recién nacido
vivo, así como un aumento en la probabilidad de aborto espontáneo. Por tanto, sería
recomendable no realizar una segunda vitrificación en aquellos casos en los que fuera
posible. Sin embargo, muchas veces no depende directamente del laboratorio, y es
inevitable realizar esta segunda vitrificación, por lo que sería necesario modificar los
protocolos o tiempos de exposición de vitrificación, automatizar las técnicas o incorporar
inteligencia artificial en futuros desarrollos para mejorar los resultados en reproducción
asistida. | |