Peligros a los que se exponen los turistas que visitan el continente antártico, debido al cambio climático.

Abstract

En las últimas décadas, el continente antártico se ha visto invadido, en cada temporada de verano, por turistas que desean conocerlo, siendo éste un destino de los más aislados y caros del mundo, pero que posee una organización propia de operadores turísticos para atender esa demanda. Año a año aumenta el interés de personas de todos los continentes por viajar a conocer la Antártica, partiendo desde una de las 5 ciudades consideradas las “puertas de entrada” al continente helado. Junto a ellos se mueven, también, una gran cantidad de científicos y operadores de transportes aéreos y marítimos antárticos que, entre todos, forman una gran población flotante de aproximadamente 5 mil personas, coincidiendo todos en un continente guardado para la paz y la ciencia, el que se debe conservar en forma prístina y pura, y que, a pesar de todas las investigaciones científicas realizadas y conocidas hasta la fecha, todavía guarda situaciones desconocidas para las personas y peligros debido al cambio climático que afecta al planeta. La Antártica posee un ambiente totalmente hostil y nada de amigable para los seres humanos, los que no están adaptados para sobreponerse a las situaciones adversas a las que se puedan ver enfrentados sin recibir un socorro inmediato. El objetivo de este trabajo es identificar y dar a conocer a los turistas antárticos el peligro que significa para las personas una mayor exposición a los efectos del cambio climático en la Antártica, tales como: más radiación ultravioleta, enfermedades causadas por virus en los pingüinos, deshielos y actividad sísmica y volcánica. Todo esto, tomando en cuenta que este continente es el más alejado de todo y que la ayuda y socorro ante situaciones de peligro, no va a ser pronta si, además, inciden los factores meteorológicos, que son los más adversos e impredecibles de todo el planeta. Por lo anteriormente expuesto, se hace necesario poner un límite a la cantidad de visitantes simultáneos en cada período dentro de las temporadas turísticas y, a su vez, aumentar los medios que otorgan servicios a la población flotante antártica, de forma de asegurar la atención humanitaria a todas las personas presentes en este continente, junto con respetar la conservación del medio ambiente antártico.