Intervención enfermera en el malestar psicológico del paciente al alta de la Unidad de Cuidados Intensivos
Autor(es) y otros:
Director(es):
Palabra(s) clave:
Unidad de Cuidados Intensivos
Ansiedad
Depresión
Intervención Enfermera
Fecha de publicación:
Serie:
Máster Universitario en Enfermería de Urgencias y Cuidados Críticos
Resumen:
El paciente ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos es vulnerable y susceptible de desarrollar una respuesta desadaptativa, influenciada por el padecimiento de una enfermedad grave y el ambiente de la unidad. El ruido, el aislamiento social, la inmovilidad, la falta de información, los equipos médicos y procedimientos invasivos, la pérdida del rol habitual, la disminución de la calidad y cantidad del sueño…son factores potencialmente estresantes que aumentan la angustia del paciente. Además, algunos pacientes pueden desencadenar durante su ingreso en la unidad, pesadillas y delirios, aumentando los niveles de ansiedad y depresión, que se identifican como factores de riesgo para el desarrollo del trastorno por estrés postraumático. Derivado de ello, se ve mermada tanto la calidad de vida, como la salud mental de estos. Por tanto, en el tratamiento del enfermo crítico, debemos tener en cuenta las tres esferas, biológica, psicológica y social. El tratamiento ha de ser integral, a cargo de un equipo multidisciplinar, siendo la enfermera especialista en salud mental, clave en el desarrollo de intervenciones eficaces. Por ello, será pertinente investigar acerca de la implantación de un programa de autoayuda y entrenamiento en técnicas de relajación, para ver si logramos disminuir el malestar psicológico del paciente al ser dado de alta de la Unidad de Cuidados Intensivos. Así mismo, se plantea el desarrollo de un estudio analítico experimental longitudinal prospectivo.
El paciente ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos es vulnerable y susceptible de desarrollar una respuesta desadaptativa, influenciada por el padecimiento de una enfermedad grave y el ambiente de la unidad. El ruido, el aislamiento social, la inmovilidad, la falta de información, los equipos médicos y procedimientos invasivos, la pérdida del rol habitual, la disminución de la calidad y cantidad del sueño…son factores potencialmente estresantes que aumentan la angustia del paciente. Además, algunos pacientes pueden desencadenar durante su ingreso en la unidad, pesadillas y delirios, aumentando los niveles de ansiedad y depresión, que se identifican como factores de riesgo para el desarrollo del trastorno por estrés postraumático. Derivado de ello, se ve mermada tanto la calidad de vida, como la salud mental de estos. Por tanto, en el tratamiento del enfermo crítico, debemos tener en cuenta las tres esferas, biológica, psicológica y social. El tratamiento ha de ser integral, a cargo de un equipo multidisciplinar, siendo la enfermera especialista en salud mental, clave en el desarrollo de intervenciones eficaces. Por ello, será pertinente investigar acerca de la implantación de un programa de autoayuda y entrenamiento en técnicas de relajación, para ver si logramos disminuir el malestar psicológico del paciente al ser dado de alta de la Unidad de Cuidados Intensivos. Así mismo, se plantea el desarrollo de un estudio analítico experimental longitudinal prospectivo.
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