Caracterización clínico-molecular de los carcinomas de tiroides
Autor(es) y otros:
Director(es):
Palabra(s) clave:
Carcinomas
Tiroides
Cancer cabeza y cuello
Fecha de publicación:
Serie:
Máster Universitario en Biomedicina y Oncología Molecular
Descripción física:
Resumen:
Los carcinomas de tiroides (CT) son las neoplasias endocrinas más frecuentes, cuya incidencia está en aumento. Se dividen en tumores diferenciados, más frecuentes, entre los cuales se encuentran los carcinomas papilares y foliculares (80-85% del total), y no diferenciados, en los que se incluyen el carcinoma anaplásico y el carcinoma medular de tiroides. El tratamiento principal de los CT es la cirugía. Mientras que los tumores diferenciados tienen un buen pronóstico, los medulares tienen un pronóstico intermedio y los anaplásicos tienen muy mal pronóstico. El objetivo de este estudio es exponer nuestra experiencia en el manejo de los CT y describir qué marcadores pueden ser útiles para aumentar la precisión diagnóstica o puedan ser utilizados como dianas moleculares. Se presenta un estudio retrospectivo de los 65 pacientes intervenidos de un CT en nuestro hospital entre los años 2007 y 2011. El seguimiento medio fue de 68 meses. La muestra se compuso de 14 varones (21%) y 51 mujeres (79%) con una edad media de 51 años (entre 15-89 años). Los carcinomas diferenciados fueron los más frecuentes (68% papilares y 17% foliculares), seguidos de los anaplásicos (11%) y de los medulares (3%). La mayoría de los pacientes presentaban tumores en estadios iniciales (45% estadio I, 10% estadio II y 8% estadio III) aunque un 37% tenían un estadio IV. En el 92% se realizó una tiroidectomía total, asociando un vaciamiento cervical en el 54% de los casos. En el 21% de los casos se observó una parálisis recurrencial transitoria postquirúrgica y en un 3% una parálisis definitiva. El índice de hipoparatiroidismo postquirúrgico transitorio fue del 26% y en el 6% fue definitivo. El 79% de los pacientes recibieron dosis terapéuticas de radioyodo tras la cirugía y en el 21% se administró radioterapia. El 40% de los pacientes presentaron una recidiva (4% local, 7% regional, 35% locorregional, 27% a distancia y 27% regional y a distancia). La supervivencia libre de enfermedad fue del 75% a los 5 años. La supervivencia específica a los 5 años fue del 95% a los 5 años para los carcinomas papilares y del 55% para los foliculares. Ningún paciente con un carcinoma anaplásico sobrevivió más de 11 meses. En conclusión, los carcinomas papilares de tiroides son los tumores más frecuentes y tienen un pronóstico excelente. Los carcinomas foliculares tienen una elevada tendencia a la recidiva y su pronóstico es intermedio. Los carcinomas anaplásicos no son infrecuentes y su pronóstico es ominoso.
Los carcinomas de tiroides (CT) son las neoplasias endocrinas más frecuentes, cuya incidencia está en aumento. Se dividen en tumores diferenciados, más frecuentes, entre los cuales se encuentran los carcinomas papilares y foliculares (80-85% del total), y no diferenciados, en los que se incluyen el carcinoma anaplásico y el carcinoma medular de tiroides. El tratamiento principal de los CT es la cirugía. Mientras que los tumores diferenciados tienen un buen pronóstico, los medulares tienen un pronóstico intermedio y los anaplásicos tienen muy mal pronóstico. El objetivo de este estudio es exponer nuestra experiencia en el manejo de los CT y describir qué marcadores pueden ser útiles para aumentar la precisión diagnóstica o puedan ser utilizados como dianas moleculares. Se presenta un estudio retrospectivo de los 65 pacientes intervenidos de un CT en nuestro hospital entre los años 2007 y 2011. El seguimiento medio fue de 68 meses. La muestra se compuso de 14 varones (21%) y 51 mujeres (79%) con una edad media de 51 años (entre 15-89 años). Los carcinomas diferenciados fueron los más frecuentes (68% papilares y 17% foliculares), seguidos de los anaplásicos (11%) y de los medulares (3%). La mayoría de los pacientes presentaban tumores en estadios iniciales (45% estadio I, 10% estadio II y 8% estadio III) aunque un 37% tenían un estadio IV. En el 92% se realizó una tiroidectomía total, asociando un vaciamiento cervical en el 54% de los casos. En el 21% de los casos se observó una parálisis recurrencial transitoria postquirúrgica y en un 3% una parálisis definitiva. El índice de hipoparatiroidismo postquirúrgico transitorio fue del 26% y en el 6% fue definitivo. El 79% de los pacientes recibieron dosis terapéuticas de radioyodo tras la cirugía y en el 21% se administró radioterapia. El 40% de los pacientes presentaron una recidiva (4% local, 7% regional, 35% locorregional, 27% a distancia y 27% regional y a distancia). La supervivencia libre de enfermedad fue del 75% a los 5 años. La supervivencia específica a los 5 años fue del 95% a los 5 años para los carcinomas papilares y del 55% para los foliculares. Ningún paciente con un carcinoma anaplásico sobrevivió más de 11 meses. En conclusión, los carcinomas papilares de tiroides son los tumores más frecuentes y tienen un pronóstico excelente. Los carcinomas foliculares tienen una elevada tendencia a la recidiva y su pronóstico es intermedio. Los carcinomas anaplásicos no son infrecuentes y su pronóstico es ominoso.
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