La alúmina en la Ilustración

Abstract

Henri S.C. Deville desarrolló en 1859 un proceso de fabricación de alúmina con bauxita, sosa y CO2, basado en una patente de Louis Le Chatelier de 1855, que es considerado el primer proceso industrial. El estudio de los experimentos de Marggraf en la Academia de Berlin en 1754, donde probó que la alúmina no tenía naturaleza calcárea, llevó a la obra publicada por Stahl en 1720 Fundamenta Chymiae que incluye un método de extracción de alúmina por adición de un álcali a una solución acuosa de alumbre. Este proceso ya era conocido mucho antes y por ello a la alúmina se la denominaba tierra del alumbre. Aunque el periodo de estudio de esta tesis sea la Ilustración, viene a cubrir un vacío existente en la historiografía de la alúmina antes de Le Chatelier. La tesis contribuye a precisar la transición de la tierra del alumbre, un producto de laboratorio, a la alúmina de la bauxita de Deville, un producto industrial. La historiografía francesa de la alúmina pasa directamente de la tierra del alumbre a la alúmina de la bauxita, no así la historiografía alemana, que incluso conserva en su vocabulario actual el nombre tonerde (tierra de la arcilla) para la alúmina. Este nombre se remonta a la primera mitad del siglo XVIII, cuando Pott y Marggraf la obtuvieron a escala de laboratorio con arcilla y sulfúrico y la bautizaron en alemán como tierra de la arcilla. Esta tesis confirma que un proceso industrial de fabricación de alúmina a partir de arcilla, sulfúrico y sosa, se desarrolló en Inglaterra en la primera mitad del siglo XIX, asociado a la industria de las indianas, telas pintadas por un solo lado. La tesis estudia también los motivos durante la Ilustración que condujeron a dicho proceso y aporta argumentos para reivindicar la Historia de la Tecnología en las Escuelas de Ingeniería.